lunes, 20 de diciembre de 2010

La Minga hace conocer un interesante
artículo del Movimiento Vientos del Pueblo

LA DEMOCRACIA: FACHADA DE DOMINACIÓN

El pasado 30 de septiembre, en la mentira-farsa del “golpe de estado”, las clases politiqueras del país, los medios de comunicación, los forajidos, la burocracia estatal y un sector del pueblo llamaban a defender la democracia. De manera lírica y romántica se “auto-convocaban” a salvar al presidente y lanzaban consignas en contra de la dictadura militar o policial. Es importante analizar la democracia, qué es y a quién sirve, para entender también los intereses que estaban en juego aquel día.

¿Qué mismo es la famosa democracia?

La democracia es un concepto que no nace bajo el capitalismo, sino hace mucho tiempo atrás. En los tiempos de la Antigua Grecia ya se hablaba de ello y se la señalaba como el gobierno de la mayoría. Se utilizaba este concepto para encubrir la opresión salvaje a la que estaban expuestos los esclavos. En el capitalismo la democracia es un mecanismo para gobernar. Es precisamente en este modo de producción donde se desarrollan y consolidan las llamadas repúblicas democráticas, donde la democracia es un supuesto estímulo para los ideales de libertad, igualdad y fraternidad.

La democracia burguesa: forma particular de aplicar la dictadura capitalista

La democracia burguesa es la forma de gobernar que asume el tipo de Estado capitalista. La democracia propone la participación de las masas mediante el sufragio universal, a través de las elecciones. Ese es el nivel de decisión y participación que tienen las masas populares en el capitalismo, donde, como dice Marx, se permite al pueblo elegir cada cuatro años qué miembros de la clase dominante lo han de oprimir. La democracia burguesa se sustenta en las elecciones y en el imaginario de participación que generan. Lo que se les olvida mencionar a los capitalistas es que las masas populares “eligen” en las elecciones entre los miembros o representantes de las clases dominantes y agentes del imperialismo, que son quienes ponen las reglas del juego y los candidatos. Esta fachada “democrática” se refuerza además con la apología que hacen de ella los grupos revisionistas y reformistas participando en las elecciones y canalizando toda demanda o lucha popular a instancias legalistas que no terminan afectando al sistema, sino que mas bien lo consolidan.

Toda democracia es una dictadura de clase

La democracia es la forma de gobernar que asumen las clases explotadoras para mantener su dominio político, económico y cultural. El Estado como instrumento de dominación de clase utiliza la democracia para oprimir mediante las leyes y los cuerpos represivos al pueblo. Al ser el Estado un aparato de dominación que sirve a una clase, la democracia sirve también a una clase, por regla general, a la clase dominante. Entonces la democracia no es sino una fachada que configura y sostiene el dominio y la opresión. La burguesía sólo aplica la democracia dentro de su clase, donde las diversas fracciones burguesas se disputan el control y la dirección del Estado en las elecciones. Pero aplica la dictadura al pueblo mediante la pobreza, la marginación, la represión y las leyes. La democracia burguesa entonces es una dictadura de los capitalistas sobre el resto de las clases explotadas.

La incapacidad de cumplir las demandas de las masas de la democracia burguesa

Ello no descarta la lucha en el terreno de las leyes donde los trabajadores buscan ganar ciertas reivindicaciones que mejoren su nivel de vida e incidan en su conciencia y organización, que le sirva como base para destruir la democracia capitalista. A diferencia de los democratillos burgueses que se empantanan en el terreno legal para “mejorar” la democracia y lo que hacen realmente es perfeccionar los mecanismos de dominio. La lucha en el terreno del Estado implica una lucha contra las leyes burguesas y no la participación en las elecciones que legitima la democracia capitalista y desarma la organización de los explotados rompiendo la independencia de clase e induciendo al colaboracionismo.

La democracia capitalista es incapaz de democratizar la vida de las masas. La democracia burguesa no puede cumplir las tareas democráticas económicas que desarrollen un país independiente y soberano (resolver el problema de la tierra, el autosostenimiento, industrializar el país), y tampoco puede democratizar la vida política y cultural de las masas. El problema de la opresión a la mujer no puede resolverlo el capitalismo totalmente, puesto que la mujer en el capitalismo seguirá siendo oprimida económicamente –sobre su trabajo no remunerado también se levanta la economía capitalista- y explotada como una mercancía sexual. Tampoco puede el capitalismo democratizar el acceso educación, salud y cultura, puesto que ello sólo lo tiene garantizado cierto segmento de la población.

Pero además la democracia burguesa ecuatoriana no es una democracia “pura” donde las clases dominantes nacionales deciden el destino del país como ocurre en Europa o EEUU. Sino es una democracia donde las supuestas decisiones soberanas e independientes se toman afuera, es decir en los países imperialistas. Es una democracia dependiente del Imperialismo. Por ello cuando se habla de golpe de Estado es ridículo porque el mismo Imperialismo apoya a este gobierno, y es el Imperialismo en última instancia el que define esos golpes de Estado. Entonces estamos ante una “democracia” tan constreñida que ni siquiera los grupos dominantes internos deciden qué hacer con el país, sino que eso se decide afuera. Cuánta ingenuidad de aquellos que van con hidalguía a cumplir su papel “cívico” en las elecciones, o a quienes llamaban a defender “nuestra democracia”, cuando el Imperialismo y sus agentes son quienes siempre deciden las medidas a aplicarse y las formas de explotar a nuestro pueblo.

Muchos dirán, “sí, pero es preferible la democracia de este tipo a una dictadura militar”. Casi me estoy imaginando en este momento el murmullo de aquello intelectualillos que desde su posición cómoda llaman a defender la democracia. “Es inconcebible una dictadura militar, hay que defender el Estado de derecho”. Sí, ellos cómo no van a defender la democracia capitalista si trabajan para los ministerios, las ongs, el municipio. Si la “democracia” les da el espacio para opinar y hacer sus proyectos. Si bien para los revolucionarios los métodos de trabajo y lucha varían en una dictadura militar, el carácter del Estado capitalista no cambia. Los burgueses al controlar el Estado intensifican la represión cuando lo creen conveniente.

La democracia proletaria

La democracia la utilizan los capitalistas para configurar y mantener su dominio político y económico. Pero cuando los trabajadores derrumban el poder de los capitalistas y hacen la revolución, también desarrollan su forma de gobernar que es el centralismo democrático, la democracia proletaria, la participación activa y decisiva de las amplias masas populares en el Estado y los órganos de poder. Así como la revolución aplica la democracia para el pueblo, aplica la dictadura contra los capitalistas, los expropia y desarrolla un aparato legal y militar que garantice ello. La gran diferencia entre la dictadura burguesa y la dictadura proletaria, es que la primera es aplicada por una minoría insignificante a la gran mayoría de la población, además es encubierta y trata de ocultar su carácter de clase; mientras la dictadura proletaria aplica la democracia y la participación activa de la mayoría sobre la minoría y no esconde sus objetivos y su carácter de clase.

A modo de conclusión

Por ello, el 30 de septiembre no había nada que salir a defender. No toda lucha favorece al pueblo. La dictadura-democracia burguesa no iba a cambiar su carácter de clase y las condiciones de vida de las masas populares tampoco iban a modificarse. Con dictadura militar o con democracia republicana la situación general del pueblo sigue igual. Las asambleas constituyentes y los gobiernos burgueses “progres” lo que hacen es reforzar la dictadura de los explotadores mediante fachadas democráticas que entorpecen la conciencia clasista. Los trabajadores luchamos por abolir la democracia burguesa e instaurar una democracia de nuevo tipo que, bajo la dirección del proletariado y bajo la alianza obrera campesina, sirva a los intereses de la gran mayoría.

VP
¡SOPLAN VIENTOS DEL PUEBLO PARA LA ORGANIZACIÓN POPULAR!
¡DEFENDIENDO LA INDEPENDENCIA DE CLASE CON AUTOGESTIÓN!