martes, 12 de septiembre de 2017

Importante artículo del BLOQUE PROLETARIO sobre la cuestión de la lucha anti minera, líneas fundamentales a tomar en cuenta, sobre todo ante todo tipo de oportunistas de la izquierda politiquera y de las ongs, estas últimas verdaderas agentes para traficar con las reivindicaciones  ambientales y canalizar fondos desde la famosa "cooperación internacional" y así obtener megasueldos y vida parasitaria. 


REFLEXIONES SOBRE LA LUCHA CONTRA LA MEGAMINERÍA IMPERIALISTA EN ECUADOR

 Algunos puntos importantes en cuanto a la resistencia anti-minera si queremos que sirva para la lucha antimperialista

1.      CON MORENO CONTINÚA EL AVANCE DE LA MEGAMINERÍA EN ECUADOR

El gobierno de Alianza País, desde el 2007 hasta la actualidad, se ha caracterizado por ser uno de los más serviles al imperialismo, chino especialmente, creando las mejores condiciones para la penetración y el saqueo del capital transnacional, entregándole territorio, aumentando el endeudamiento, con lo que se posibilita la presión y control sobre nuestro país, profundizado la semicolonialidad, y claro, recibiendo una buena compensación por estos servicios, al punto de convertirse en los nuevos ricos del país.

Alineados con las necesidades e intereses del capital transnacional, la burguesía burocrática con el gobierno de Alianza País, no han dudado en poner a las órdenes de los planes del saqueo corporativo toda la estructura institucional, legislativa, jurídica, a la fuerza pública, la infraestructura y servicios, los medios de comunicación, es decir, han cumplido a satisfacción su papel de peones del imperialismo y sus socios nacionales.

Esto es evidente en el tema del impulso que se ha dado a la industria extractiva de la minería, donde desde el inicio el gobierno mostró de qué lado está cuando reprimió las movilizaciones convocadas por la Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía CNDVS, que se dieron en el 2007, a pocos meses de la posesión de la primera presidencia de Rafael Correa, iniciando un proceso de criminalización y persecución de la protesta social sin precedentes en Ecuador.

A la par con ello, impusieron con la Constitución del 2008 restricciones a la decisión sobre los denominados sectores estratégicos, desacataron el Mandato Minero, reformaron la ley de minería al antojo de las empresas, determinaron como de “interés nacional” el desarrollo de cinco megaproyectos: Mirador, Fruta del Norte, Pananza-San Carlos, Río Blanco y Quimsacocha (Loma Larga); aceleraron los trámites para los licenciamientos ambientales, dejando en la impunidad la violación a derechos que implicó la entrega de concesiones mineras sin Consulta Previa, entre otras.

Es importante recordar que esto sucedió mientras el actual presidente Lenin Moreno era Vicepresidente de Correa, y durante todo este tiempo en que se mantuvo como funcionario del régimen, es decir, recordar que se trata del mismo gobierno que desde el 2007 viene impulsando los megaproyectos de minería, imponiéndolos con el uso de la violencia, criminalizando la protesta, militarizando las zonas de conflicto, poniendo al ejército y a la policía al servicio de las transnacionales, decretando estados de excepción para permitir el ingreso de las empresas en los territorios, y violando elementales derechos democráticos.

Es el mismo gobierno que en 2015 creó un ministerio para las mineras, encargado de defender a capa y espada la penetración del capital extranjero, especialmente chino, en este sector. Empeñado en una lacayuna campaña internacional para ofertar el país al mejor postor, y vía subasta poner el territorio nacional en manos de los saqueadores de minerales. Ministerio que además funge de tramitador, abogado, portavoz, publicista, limpiabotas de las compañías mineras.

Es el mismo gobierno, más allá del sainete de la supuesta pelea entre Moreno y Correa, que ratificó como ministros a Javier Córdova, rastrero vendepatria premiado por los excelentes servicios que está prestando a las mineras.

Y es así como Lenin Moreno ratificó a su vez la continuidad de la política minera, que es algo lógico ya que se trata del mismo gobierno pro-imperialista de Alianza País, que llegó en el 2007 ha oxigenar el dominio de la burguesía tradicional y fortalecer a la burguesía burocrática.

Sin embargo, dada la baja popularidad con la que terminó Correa, y la “ganancia” tan cuestionada en las últimas elecciones presidenciales, Alianza País ha optado por una nueva careta, de supuesta apertura, de “estilo distinto”, de llamado a “diálogo”. Y para este juego se prestan en seguida todos los sectores reaccionarios y reformistas, en especial estos últimos a los que les tienen amansados con las migajas por las que tanto viven clamando.

La supuesta pugna entre correítas y partidarios de Moreno sirve de cortina de humo mientras se sigue entregando territorio nacional a las corporaciones mineras y se avanza con los proyectos determinados por el gobierno como “estratégicos”.

El 29 de mayo, es decir, a 5 días de posesionado Moreno, INV Metals anunció el acuerdo con el gobierno para la firma del contrato de explotación en Quimsacocha (proyecto Loma Larga, Cuenca, Azuay), y se encuentra trabajando con gran cantidad de personal hasta los fines de semana, en el sector del nacimiento del río Irquis.

El 10 de agosto, el ministerio de las mineras en Ecuador, anunció la entrega de 237 nuevas concesiones como resultado de la lacayuna campaña internacional para ofertar más territorio nacional a empresa mineras; 237 nuevas concesiones que se han dado sin que los habitantes de esas zonas hayan sido informados ni consultados. Y hay 671 más en trámite.

En el caso del megaproyecto Río Blanco, también localizado en Azuay, en días anteriores se aprobó el Estudio de Impacto Ambiental para la Fase de Beneficio, con lo que han completado la jugada en el ministerio de ambiente, en tanto que SENAGUA sigue santificando la actuación de la empresa con sus informes favorables sobre monitoreos de agua a cargo de la propia empresa china Ecuagoldmining (Junefield), que cómo es lógico dicen que todo se cumple de acuerdo al “plan de manejo” aprobado. Y más claro no puede haber dejado su posición el gobierno cuando la semana pasada el mismo Javier Córdova estuvo en Cuenca para firmar contratos de trabajo para este proyecto, porque como ya dijimos anteriormente este ministro hace todo tipo de trabajo para las compañías mineras, desde publicista hasta guachimán.

En Zamora Chinchipe adelantan las obras de construcción de la mina, o mejor dicho, de destrucción en Mirador, donde la corporación china Tongling Non Ferrous Metal está dejando una secuela de destrucción y contaminación, mientras se despliega toda una campaña mediática a favor del megaproyecto Fruta del Norte de la compañía canadiense Lunding Gold.  

En Morona Santiago la fuerza pública sigue resguardando el campamento de Tongling en la zona del proyecto Pananza-San Carlos, e incluso se han cerrado el paso en las carreteras públicas, impidiendo el tránsito a los moradores de las comunidades campesinas y shuar de la zona, todo para mantener tranquilos y contentos a sus amos chinos.

Y para completar toda esta política entreguista y servil al imperialismo, ya está hablando el ministro de comercio exterior Pablo Campana de un tratado de “libre comercio” con China similar al que firmaron con la Unión Europea, para satisfacer el apetito que esa gran potencia tiene de nuestro recursos, sobre todo minerales, y que con tanto placer ha confirmado Campana en declaraciones durante su visita a China.

En estas condiciones, algunos sectores de politiqueros, aún tienen la desfachatez de decir que hay que buscar un “diálogo” con el gobierno, ¿diálogo sobre decisiones tomadas?, ¿sobre hechos consumados?, incluso plantean pedir que se incluya en la consulta planteada por Moreno una pregunta sobre la minería, en especial en el caso de Azuay, en donde las inoperantes autoridades locales no saben cómo justificar su complicidad en el avance de la megaminería.

El gobierno de Moreno por tanto no es más que la continuación del nefasto gobierno de Alianza País que comenzó en el 2007, y frente al cual lo único digno es continuar la lucha.

2.   ENSEÑANZAS DE LA RESISTENCIA CONTRA EL IMPERIALISMO MINERO A CERCA DEL CARÁCTER DE ESTA LUCHA

La lucha contra el imperialismo minero en Ecuador tiene una larga historia[1] que ha dejado varias enseñanzas valiosas.

Entre el 2006 y 2012 el movimiento anti-minero involucró organizaciones populares, comunidades y poblados cercanos a los proyectos que no estaban dirigidos ni cooptados por partidos politiqueros ni oenegés. Mucha de esta acción y esfuerzo sirvió para detener por largos años los mega proyectos mineros.

La problemática minera hasta antes del 2006 no fue tomada en cuenta por los politiqueros. Sólo unas que otras ongs venían haciendo del tema minero un buen pretexto para captar dineros con el justificativo de “apoyo” a comunidades afectadas. Su accionar, como es lógico, nunca rebasó los estrechos intereses onegeistas.

Costó mucho sacrifico a pequeñas organizaciones de base y comunitarias -un importante papel cumplió como la Coordinadora Campesina Popular CCP- visibilizar ante la opinión nacional la intromisión imperialista que se había apropiado de miles y miles de hectáreas bajo la figura jurídica de concesiones mineras, anulando los derechos de campesinos, indígenas y pobladores de los territorios concesionados, sobretodo en Morona Santiago donde surgió la CCP, y logró impulsar un movimiento que paralizó las actividades de minería en toda la provincia en el 2006, que se extendió hasta el megaproyecto Mirador en Zamora Chinchipe.

La lucha valerosa de organizaciones y sectores afectados se concretaría en la Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía CNDVS (2007), y con ella se llevaron adelante las movilizaciones más contundentes que sirvieron para visibilizar la resistencia contra la minería y detener por varios años el avance de los megaproyectos. Fue el único movimiento social activo que realizó acciones de protesta contra del gobierno de Alianza País desde el inicio mismo del régimen de Correa, mientras todos los sectores tradicionales llamada “izquierda” le daban su apoyo incondicional.

La CNDVS mientras existió cumplió un papel trascendental cubriendo la necesidad de un frente popular amplio para enfrentar los intereses mineros imperialistas, movilizando poblacional rural y urbana de zonas impactadas por los megaproyectos, en especial de aquellos declarados por el gobierno como “estratégicos”.

La lucha que llevó adelante la CNDVS desde el 2007, y que pudo unir organizaciones y comunidades de Oriente, Sierra y hasta de la Costa, sufrió una brutal represión por parte del estado y gobierno reaccionario de Alianza País, con una política represiva, de persecución y criminalización contra sus dirigentes y organizaciones. Decenas de mujeres y hombres luchadores de la CNDVS que participaban activamente en las luchas en el campo y la ciudad fueron encarcelados, golpeados, enjuiciados bajo tipos penales como sabotaje y terrorismo, y fueron blanco de distintos actos de violencia estatal y gubernamental.

Además la CNDVS no sólo tuvo que enfrentar al gobierno de Correa en su época de mayor apogeo, sino también la arremetida de los oportunistas partidos de la llamada “izquierda”, y de oenegés, que hicieron todo lo posible por cooptar este nuevo movimiento con el objetivo de refrescar su decadente imagen, los primeros en busca de votos para conseguir o mantenerse dentro del Estado burgués, y los segundos para continuar captando el dinero de la “cooperación internacional”. De esto haremos un mayor señalamiento más adelante.

La experiencia de lucha que desarrolló la CNDVS fue una escuela política de enormes enseñanzas para algunas organizaciones populares, pese a las limitaciones organizativas e ideológicas, propias de un amplio y, en su mayoría, espontáneo movimiento.

Organizaciones que fueron parte de CNDVS, o que surgieron en el marco de esos años de lucha, continuaron en la resistencia a la minería, deslindando siempre campos con los politiqueros oportunistas busca votos y los afanes manipuladores de las oenegés, desarrollando una labor de concientización y movilización sin mezquinos fines electorales o comerciales, con una línea proletaria, antimperilista, anticapitalista, antipatriarcal y antireformista.

Ese proceso llevó en años posteriores a la unificación de las luchas de distintos sectores populares por sus reivindicaciones, y organizaciones de áreas urbanas y rurales confluyeron en el BLOQUE PROLETARIO (BP) a partir del 2015. La Coordinadora Campesina Popular CCP, ha sido una de las organizaciones impulsoras de la creación de este espacio de unidad porque comprende que la lucha contra el saqueo minero tiene que ser parte de la lucha general del pueblo contra la dominación imperialista.

Varias han sido las acciones que el BP ha desarrollado para denunciar y oponerse a la megaminería imperialista en el país, especialmente del capital chino, como la protesta frente a la embajada de China el 14 de julio de 2015, el Tribunal Popular contra la invasión minera imperialista realizado en Cuenca el 2 de septiembre del 2016 y la protesta frente a la Asamblea para rechazar la presencia en Ecuador de Xi Jinping, representante de los imperialistas chinos, entre muchas otras acciones regionales.

La oposición a los megaproyectos de minería, así como a todo tipo de saqueo imperialista, es parte de la plataforma de lucha del BP, siempre bajo los principios de que el pueblo es el artífice de su propia liberación, independencia de clase y autogestión.

El BP, y las organizaciones que los conforman, no buscan votos, al contrario, en el último proceso electoral, y por primera vez en Ecuador, desarrolló una campaña en contra de la farsa de las elecciones burguesa y la dictadura de la burguesía que esconde la democracia burguesa.

El BP no recibe presupuestos de ninguna institución, organización o personas, realiza un enorme esfuerzo en trabajos de autogestión para desarrollar sus actividades y así defiende como uno de sus principios fundamentales la independencia para tomar decisiones y actuar sólo por los intereses de las clases oprimidas.

En esta misma línea proletaria surgió en este año el Frente Ecológico Natura Insurrecta, que concentra su definición política-ideológica y filosófica en su consigna “¡No somos defensores de la Naturaleza, somos la Naturaleza defendiéndose!”.

Tanto el BP como Natura Insurrecta comprenden que llevar una línea de clase, implica no sólo ver el problema general de la intromisión imperialista minera, sino también tener claro que las comunidades no son un todo sin contradicciones de clase, y que al interior de las propias comunidades las corporaciones imperialistas encuentran sus aliados en el terreno, estos son los pro-mineros, autoridades, individuos o grupos que defienden a rajatabla a las compañías por las migajas que reciben.

En las comunidades rurales por lo general son la gente enseñada al asistencialismo, y por las pequeñeces que reciben de las empresas y del gobierno, se vuelven enemigos acérrimos de quienes se oponen a la minería. Esta gente se mueve sólo por sus mezquinos intereses y cuando las empresas no les “cumplen los ofrecimientos” hasta llegan a ponerse “en contra”, sobre todo si encuentran más ventajoso pasar al papel de víctimas, especialmente si están aupados por los oportunistas electoreros y oenegés.

3. EL OPORTUNISMO ELECTORERO Y LA OENEGIZACIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO MINERO

Los politiqueros de toda laya y las oenegés son una expresión política del reformismo y por tanto un verdadero cáncer para lucha popular revolucionaria. Las unas (por más progresistas que se autodefinan) se enquistan en comunidades y organizaciones para sus fines mercantilistas, es decir, para justificar el dinero que reciben vía “cooperación internacional”; y los otros que hacen carrera en los puestos del Estado reaccionario burgués con mega sueldos y vida parasitaria.

Tanto las ongs como los politiqueros, en el discurso, buscan la justicia dentro de los linderos del capitalismo, ofrecen eliminar la pobreza, las desigualdades, la crisis ambiental, pero bajo las reglas de la democracia burguesa. Las unas y los otros actúan bajo el slogan reformista de “carcomer desde dentro”, es decir, venden la ilusión de que se puede cambiar las cosas sin eliminar de raíz el sistema capitalista-imperialista.

Las ongs cumplen el papel de detener, desviar, y dividir las organizaciones y movimientos autónomos que reclaman sus reivindicaciones. Su función es cooptar, controlar e institucionalizar las luchas, para que no trasciendan el marco del sistema capitalista-imperialista, y eso les reporta suculentos presupuestos con los que se sostiene un enorme aparato de “activistas” a sueldo, administradores, técnicos, consultores, consejeros, etc.

Por ello siempre las oenegés se oponen a que organizaciones populares con una línea revolucionaria dirijan las luchas, y rechazan todo lo que huele a línea de clase proletaria, eso no es compatible con su negocio y su función política de sostenedoras del sistema.

A través de los recursos que manejan por los presupuestos que captan, invisibilizan a organizaciones y movimientos que son contrarios a sus intereses. Por el contrario levantan perfiles de organizaciones e individuos que les sirven para sus fines.

La ongs tienen como uno de sus mejores y mayores aliados a los politiqueros con  sus distintos matices, unos autodenominados de izquierda, otros de centro y otros de derecha, y de igual manera los politiqueros siempre “unen fuerzas” con las ongs, y no es raro que transiten de un espacio a otro según sus conveniencias.

Los politiqueros, por su parte, se valen de los conflictos y reivindicaciones populares para escalar a los puestos y allí meterse buen billete. Nunca hacen nada que beneficie a las clases populares, viven del engaño y la mentira, al final sirviendo a la burguesía, y haciendo con ello “prestigiosas” carreras con las que acumulan dinero, propiedades, y encima son tan descarados que dicen que están en la política “por servir al pueblo”, cuando lo que hacen es servirse del pueblo.

Los politiqueros de partidos y movimientos que se hacen llamar de izquierda en Ecuador son el reformismo al servicio de la burguesía. Le quieren hacer creer a la gente que ellos llegando a una junta parroquial, a una alcaldía, a una prefectura a una diputación, o llegando a la presidencia, desde allí harán las “reformas” necesaria para cambiar las cosas. Con esto dividen y engañan a la gente.

Los politiqueros son los bomberos de la lucha ambiental y social. Cuando el pueblo se ha levantado contra la opresión salen rápido a apagar la huelga, el paro, la movilización, son campeones para negociar a nombre de la gente, y con ayuda de los medios de comunicación, se han transformado en “héroes”, expertos en la venta de espectáculos decadentes para mantenerse en el top del show politiquero.

Los politiqueros no quieren que el pueblo se eduque, se organice y se levante en lucha autónoma e independientemente. No les conviene, quieren masas domesticadas, por eso siempre repiten cosas como estas: “nosotros somos las autoridades… nosotros ya estamos buscando las mejores soluciones… ya hemos conversado con el ministro… ya hemos invitado al presidente… ya estamos haciendo las demandas… cuidado nada de radicalismo… eso desprestigia el movimiento…”, y cosas por el estilo.

En el tema minero los politiqueros han usado esta lucha como plataforma para ser electos en distintas instancias de gobierno. Desde los cargos han llevado un sainete de oposición a la minería que no ha servido para nada más que para que se llenen los bolsillos.

Siempre están atentos donde revienta una protesta y corren para tratar de hacerse amigos de algunos dirigentes o masas, les ofrecen el oro y el moro con tal que se afilien o apeguen a su partido politiquero. O llegan para hacer “caridad” a los pobres. Su práctica es totalmente oportunista, ya que no hacen trabajo, sino buscan como hacerse de la mesa servida, el burocratismo es su esencia, pero el poder dentro del Estado les da agallas para manipular y así perpetuarse en sus cargos.

En el caso del conflicto minero, tanto los politiqueros como las ongs se han beneficiado. Los unos han ganado espacios en el Estado burgués desde juntas parroquiales, alcaldías, prefecturas, hasta curules en la asamblea, y eso les ha significado riqueza, estatus, vida parásita, mientras los megaproyectos han seguido avanzando. El más crudo ejemplo: Zamora Chinchipe donde Pachakutik ha tenido por más de una década la prefectura, alcaldías, asambleístas, juntas parroquiales, y sin embargo hay dos megaproyectos allí avanzando a pasos agigantados. En Mirador ya mismo se termina de construir la infraestructura de la mina, y en Fruta del Norte ya se firmó el contrato para la explotación. Y no sólo es la megaminería, esa pobre provincia está devastada por la dicha “mediana” y “pequeña” minería, que destroza los ríos y los bosques, mientras su prefecto se jacta de ser el “héroe antiminero”.

Y lo que hace la politiquería en Azuay también muestra el oportunismo de los que aspiran, por esa vía, hacer una lucrativa carrera dentro del Estado burgués, es más, muestra que incluso sectores reaccionarios pueden llegar a tener un discurso “radical” de antimineros, si eso se traduce en votos.

Ahora mismo, como la campaña para los gobiernos locales ya está a las puertas, todos se esfuerzan por aparecer defensores del agua, hasta politiqueros de CREO, cuando justamente es el capital financiero internacional el mayor beneficiario de la explotación del oro. Pero, como en politiquería todo es posible, vemos a los politiqueros que hoy están de “autoridades”, incluso algunos de la Alianza País, lanzando encendidos discursos, haciendo declaraciones inútiles y propuestas fuera de foco, pero en tantos años, no han sido capaces de hacer algo útil para detener el avance de los megaproyectos en esta provincia. En la práctica, el discurso antiminero y de “defensores del agua”, sólo sirve para esconder su complicidad en la imposición de la megaminería imperialista.

Y cuántos viajes, giras, encuentros, estudios, publicaciones, rituales, consultorías, han justificado las oenegés por la “defensa” de las comunidades afectadas, y más con la cantaleta de los pueblos indígenas, con los que captan los dineros de los financistas internacionales que les permiten tener empleos bien remunerados y reconocimiento de su clientela a la que le hacen chorrear la “ayuda humanitaria”.

El resultado del accionar de los politiqueros y las oenegés debilitó el movimiento contra la invasión minera imperialista, lo desvió y lo estancó en el fango de institucional de la democracia burguesa.

4.      POSICIÓN DEL BLOQUE PROLETARIO

El BP reafirma que la lucha en contra de la destrucción de la Naturaleza es parte de la lucha general por la liberación nacional y contra el capitalismo-imperialismo que ha causado una debacle ecológica sin precedentes.

En ese marco las luchas de resistencia contra cualquier agresión imperialista, como es el caso de la megaminería, debe servir para fortalecer el movimiento popular anticapitalista, antimperialista, antipatriarcal, antireformista, y no a los intereses de los sostenedores del sistema como son todos los gobiernos vendepatria, politiqueros busca votos de cualquier laya, o los oenegés que hacen su negocio.

La lucha por la defensa de la Naturaleza debe ayudar a comprender el carácter semicolonial de nuestro país y la necesidad de terminar con el sometimiento al imperialismo y a la burguesía nacional que es su aliada, y es en esa línea que caminará siempre el BP y sus organizaciones, comprendiendo que la lucha contra el saqueo y destrucción minera no es sólo una cuestión de tal o cual comunidad aledaña a un proyecto, sino una lucha antimperialista dentro de los objetivos globales de enfrentar el sistema capitalista-imperialista.

De igual manera la lucha contra el imperialismo implica la lucha contra quienes son parte del saqueo y la destrucción al interior del país, es decir, los gobiernos pro-imperialistas como el de Alianza País hoy encabezado por Lenin Moreno y a todos los que le hacen el juego corriendo a sus llamados de “diálogo” y que, cuando ya no les satisfaga la tajada que van a recibir, saldrán con la cantaleta de la “traición” y se convertirán en sus opositores, igual que hicieron con Correa.

La lucha contra el capitalismo-imperialismo no puede estar desligada de la lucha contra el reformismo, ya que este es otra cara de la burguesía que confunde a las masas. El BP en todo momento denunciará y desenmascarará el accionar de los reformistas en sus diferentes manifestaciones, para esclarecer la diferencia de los objetivos que persiguen politiqueros y oenegés, con los de las organizaciones populares con una línea proletaria.

El BP seguirá movilizándose, realizando acciones en distintos ámbitos para oponerse al saqueo imperialista, no sólo en la minería, sino en todo lo que signifique agresión a la Naturaleza y profundización de la semicolonialidad. Continuará en sus tareas de concientización permanentemente con diversas actividades y sobre todo con Escuelas de Política y Ecología como espacios para la reflexión y comprensión desde la línea proletaria de la crisis ambiental a la que ha llevado el capitalismo-imperialismo.

El BLOQUE PROLETARIO, y todas las organizaciones que lo conforman, hacen un llamado a toda mujer y hombre progresista, antimperialista, anticapitalista, que se indigne contra toda forma de agresión contra la Naturaleza, a sumarse a esta nueva corriente revolucionaria que está marcando un camino de lucha honesta y consecuente en Ecuador, con la vitalidad de una verdadera línea de clase, a 100 años de la Revolución de Octubre, una de las mayores gestas históricas del Proletariado mundial por construir un sistema donde primen los intereses y las necesidades de las grandes mayorías y del Planeta.

11 de septiembre de 2017

¡Por el desarrollo de una nueva corriente revolucionaria en el Ecuador!
BLOQUE PROLETARIO DE ECUADOR




[1] No se hará una revisión y análisis exhaustivo de la historia de la resistencia a la minería en Ecuador. Sólo se mencionarán algunos momentos que son de interés para el presente escrito.