Cuando llega el Primero de Mayo y conmemoramos a los mártires de Chicago hay un sentimiento encontrado, por un lado, la invariable esperanza de que solo en las manos y mentes de los trabajadores del mundo esta la posibilidad de construir una nueva sociedad; y por otro, la ira contra un sistema capitalista-imperialista que no solo es el causante de la explotación de millones de seres humanos, sino que es el culpable directo del saqueo y destrucción de los ecosistemas del Planeta.
El primero de Mayo es un día de lucha y compromiso, el día de los hacedores de todas las cosas, de los que sostenemos la sociedad a base de nuestro sudor y esfuerzo, debemos sentirnos motivados, plantearnos de frente los grandes objetivos como proletarios, convencernos que podemos y debemos tomar el poder político y cumplir nuestra sagrada misión histórica de llevar a la humanidad a la anhelada sociedad sin clases. Si es posible, nuestros hermanos proletarios de otros países lo hicieron, tenemos una grandiosa experiencia de lucha y construcción.
Necesitamos elevar nuestra conciencia, educarnos con la plena seguridad de poder comprender la realidad y sus dinámicas, para ellos necesitamos de un método científico de análisis, que nos de la posibilidad de desnudar las distintas contradicciones de la sociedad.
Pero, no solo quedarnos en las ideas, lo más valioso que nos enseña la ciencia proletaria es que no se trata de interpretar el mundo, sino de transformarlo. No nos limitaremos a comprender lo irracional de este sistema capitalista-imperialista, sino que actuaremos en la lucha práctica, tomando partido por la organización popular, apoyando, trabajando para fortalecer la lucha de las clases oprimidas. De las masas para las masas, para crecer con nuevos líderes, con nuevas organizaciones del pueblo. No tenemos otro camino que confiar en nuestras propias fuerzas, con una sólida dirección política que rebase el estiércol de la politiquería, el reformismo y las distintas trampas que diluyen las resistencias.
Llevemos una línea de masas clara, rompiendo al reformismo que solo busca parchar al sistema y convertir a los obreros y campesinos en inútiles actores domesticados. En Ecuador el reformismo izquierdoso es una grave barrera para que los trabajadores den un paso más alto en su liberación, una traba que van de la mano de la burguesía, creando falsas ilusiones constitucionales, cebándose en el parlamentarismo legislativo y apoyando a gobiernos reaccionarios como el de Correa.
Es urgente crear un nuevo movimiento popular con una perspectiva de clase y de compromiso distinta, que no busque tajada dentro Estado burgués, que no pida “inclusión” dentro de él, que no se movilice para ser recibido por el señor “presidente”, que no solicite la reformita a la ley, que no clame por “participación”; no, nada de ese asqueroso servilismo. Necesitamos crear nuestro propio poder popular, es urgente que nuevas organizaciones nazcan para avanzar por el camino correcto.
En este Primero de Mayo, la Coordinadora Campesina Popular, hace un ferviente llamado a organizar la resistencia del pueblo, a defender la soberanía, los ecosistemas naturales y el derecho a luchar por las reivindicaciones democráticas y populares.
¡ VIVA EL PRIMERO DE MAYO, DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES !
¡ VIVA LA ALIANZA OBRERA - CAMPESINA !
COORDINADORA CAMPESINA POPULAR CCP