La demagogia y la mentira se han convertido en herramientas de uso permanente de los politiqueros “alternativos”: Morales, Chávez y Correa. Como paladines del llamado “socialismo del siglo XXI” y gerenciando estados reaccionarios aparecen como los truqueros de la palabra, cuando les conviene “radicalizan” discursos en contra de algunas potencias extranjeras (especialmente lo hacen contra EEUU) tomando poses de “revolucionarios”, dicha retórica -pese a la enorme carga mediática que le dan los medios- no pasa de ser pura palabrería llena de demagogia, en la mayoría de las veces disparates pirotécnicos que se ven arrastrados ante los verdaderos hechos que contrastan otra realidad. Las llamadas “democracia alternativas” de Morales, Chávez y Correa son tan serviles y están tan atadas a las cinchas del sistema capitalista-imperialista mundial, condición que no se puede cambia por el simple hecho de “radicalizar” un mero discurso.
El calentamiento global está afligiendo al planeta, una serie de fenómenos se han revelado en desastres naturales y en la pérdida de muchas vidas, sobre todo se han visto afectados los sectores más pobres que viven en las zonas del mundo más inestables e inseguras. Un vistazo atento de todo lo que está pasando con los ecosistemas y la sociedad, sin duda, nos lleva a señalar al sistema capitalista mundial como el causante de esta grave problemática; este sistema clasista explota a millones de seres humanos y también saquea y destruye el Planeta.
El calentamiento global es un tema candente y una preocupación creciente en los debates a nivel mundial, pero, lamentablemente también esta sirviendo al grupo de oportunistas que dicen llamarse “socialistas del siglo XXI” para mostrar su ambición de “liderazgo” y cínicamente la atribución de un dizque papel como defensores de la Madre Tierra.
Luego del fracaso de la Cumbre de Cambio Climático del pasado diciembre en Copenhague, en donde los países imperialistas no hicieron nada por cambiar sus lógicas económicas mercantiles y depredadoras que son una amenaza a la vida del planeta, en tanto gobiernos de países dominados “aprovecharon” negociando los llamados bonos para reducir gases de efecto invernadero, con lo que sueñan dizque mitigar el calentamiento global.
Aprovechando estas circunstancias Evo Morales muy secundado por un enjambre de cooperantes imperialistas llama a la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra, que se realizará en Bolivia del 20 al 22 de abril; Evo imbuido de vanidad y oportunismo quiere hacer méritos para que le nombren el “guardián” del Planeta. En este sentido también trabajan las ongs e imperialistas europeos que le apoyan, con una enorme carga mediática intentan convertirlo en líder de “talla grande”, seguro que recomendarán que le nombren premio novel de la paz.
LA FARSA DE LA DEFENSA DE LA PACHAMAMA Y LA SUMISION AL IMPERIALISMO MUNDIAL
Evo Morales y su posmoderno Vicepresidente Linares huérfanos de cualquier proyecto real de cambio a favor de los millones de pobres que sobreviven en Bolivia han querido justificar su servilismo bajo las consignas de la “descolonización” y el impulso del “capitalismo amazónico y andino”, pero lo único que han logrado es amarrase cada día más a la lógica extractiva de capital extranjero y de los explotadores locales.
Bolivia está penetrado por el capital imperialista hasta el hueso, es un país que depende del mercado imperialista, y el gobierno de Evo ha impulsado aun más las políticas entreguistas a favor de trasnacionales petroleras y mineras, asombrosamente más del 80% del producto interno se basa en la actividad extractiva de petróleo y minerales, lo que significa enormes impactos a los ecosistemas y gravísimos problemas sociales que han estallado en las comunidades locales.
El Chaco borde con Argentina y Paraguay, Evo sigue promoviendo la exploración de petróleo en el la área protegida Aguarague, un bosque de ecosistema seco, el cual abastece de agua en una zona de sequía constante. Sin embargo, las empresas no solo que consumen grandes volúmenes de agua sino que han contaminado los ríos, en esta zona conviven biodiversidad y las comunidades guarani, wenhayek y tapiete, las autoridades bolivianas no han hecho nada.
De la misma forma El Matún una de las minas más grandes de mundo de hierro entregada a las trasnacionales está muy cerca del parque natural Chiquitanía lo que pone en peligro este frágil ecosistema de enorme biodiversidad.
Pero Morales no solo hace demagogia, sino está lleno de cinismo. El “guardián” de la Pachamama está llevando adelante una serie de estudios de sísmica que responden a un plan de proyectos extractivos que quiere aplicar en el Parque Nacional Madidi, situado en la Amazonía boliviana. Esta aérea protegida de 1.8 millones de hectáreas, donde habitan cerca de 5 mil especies de plantas, 1.400 especies de vertebrados, 300 especies de peces, es un ecosistema único en el mundo y donde habitan grupos originarios no contactados. Pero el señor Evo “defensor” de la Madre Tierra ha pactado con el sociolisto Chávez en sendos contratos con Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA). En esta misma región el señor Morales no hace nada por controlar la indiscriminada explotación maderera, al contrario hace negociaciones para la construcción de carreteras acorde a la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Sur América (IIRSA). Incluso ha propuesto construir un ingenio azucarero en San Buenaventura cerca del Parque.
De igual forma Evo Morales no hace nada frente a los desastres que está causando la Empresa Minera San Cristóbal, propiedad de la trasnacional japonesa Sumitomo que posee el más grande emprendimiento minero de Bolivia y que apena aporta un 2 % del producto interno bruto. Las mineras han saqueado por siglos a Bolivia, en los tres años del primer gobierno de Morales las grandes mineras se apoderaron de más de cuatro mil millones de dólares. Estas corporaciones imperialistas se llevan el 95% del valor bruto de la producción y apenas dejan para el Estado boliviano un 5%.
Bolivia, un país dominado que lleva la bandera en las estadísticas de pobreza y extrema pobreza en América Latina, también es un país desbastado ambientalmente por siglos de saqueo de la industria extractiva imperialista, muy conocidos son los distintos casos de contaminación de sus población (niños), fuentes de agua como ríos y lagunas; la destrucción de los valiosos ecosistemas bolivianos tiene a sus mayores responsables a las mineras extranjeras. Pero la demagogia del indígena presidente Morales es tan grande como la del tamaño de los problemas ambientales y sociales que han provocado las trasnacionales en Bolivia, Evo Morales y las ongs con sus turistas burócratas “ecólogos” se llenarán la boca de charlatanería conservacionista y redactaran grandes “declaraciones” en su cumbresita, mientras que sus patrones imperialistas con mineras y petroleras a la cabeza anclados en el mismito territorio boliviano se irán de carcajada a seguir contando los billetes que engordan sus gruesos bolsillos con los recursos naturales que roban al pueblo boliviano en contubernio con gobiernos serviles como el de Evo Morales.
