APUNTES CON MOTIVO DE LAS PROTESTAS DE
OCTUBRE DE 2019:
ESPONTANEÍSMO,
REFORMISMO Y LA NECESIDAD DE UNA
DIRECCIÓN
POLÍTICA PROLETARIA
1. Imperialismo
y el carácter semicolonial de Ecuador
La imposición de
medidas económicas por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), es
posible porque somos una semicolonia, con un estado y gobiernos serviles al
imperialismo. El carácter semicolonial de nuestro país facilita el saqueo y
dominio vía Deuda Externa, poniendo esta carga en los hombros del pueblo,
empobreciéndolo y exprimiendo su trabajo para beneficio del capital
internacional.
Nada de lo que
sucede en nuestro país se puede entender al margen del imperialismo y los
intereses de las clases explotadoras nacionales que son una misma cosa con el
poder internacional.
2. Explosión
social y espontaneísmo de las masas
El pueblo
legítimamente reacciona contra las medidas porque objetivamente van afectar su
vida. Totalmente rescatamos la presencia del pueblo en las calles porque,
además, nosotros somos parte de ello como Bloque Proletario SUR, y nos parece
importante que el pueblo se haya movilizado y que vayan surgiendo espacios
organizativos conscientes, honestos y que verdaderamente están defendiendo los
caros intereses populares. Sin embargo tenemos que hacer un análisis objetivo
de lo que hemos vivido y observado en los días de las movilizaciones contra el
decreto 883.
El paquetazo es
un duro golpe que se venía postergando justamente por miedo a la reacción
popular. Sin embargo esta reacción espontánea, sin una base de organización
consiente no puede trascender más allá de lo inmediato, y por ello fue
fácilmente manipulada y aprovechada por los correístas y los oportunistas de
las “izquierdas”, del podrido reformismo que hace su vida a través de escalar
posiciones sobre la lucha popular.
Este tipo de
protesta espontánea tiene límites: no es una lucha con un nivel de conciencia
política que le ayude a ver más allá de los objetivos inmediatos; puede ser
conducida fácilmente por el reformismo o la reacción; puede llegar a ser
violenta pero siempre dentro de su estrechez de miras.
3. La pugna entre
facciones de la burguesía
Es necesario
tener claridad respecto de ¿qué grupos, qué facciones, qué intereses en
definitiva son los que se han colado y han manejado la movilización espontánea
de las masas?
Y para responder
a ello es necesario ver a las clases y sus pugnas: la disputa de distintas
facciones de la burguesía: compradora y burocrática, la primera quizá más
alineada con EEUU, pero sometida también al imperialismo Chino, y la facción
burocrática (correísmo), que representa a las mafias imperialistas rusas y
chinas, con sus eslabones en Latinoamérica como Venezuela.
Hay una evidente
confrontación entre facciones de la burguesía por el control del Estado, y las
protestas contra el decreto 883 fueron el escenario propicio para la
reconfiguración del correísmo mostrando el poder que aún mantienen luego de 10
años de haber lucrado vía estatal. Esta facción de la burguesía se había venido
a menos luego del desgaste de los 10 años de gobierno de Correa y la
confrontación con Moreno. Sin embargo hemos visto a los agentes correístas al
frente de muchos grupos que estuvieron en las protestas. Es innegable la
presencia de huestes correístas en las manifestaciones, especialmente de
provocadores, y cómo movilizaron a gran parte de la masa de indígenas que
llegaron a Quito, al punto de casi tomar el control a partir del 9 de octubre,
como lo manifiestan Quishpe, Tibán y otros conocidos dirigentes de
Pachakutic-conaie
.
No hay que
olvidar también que Moreno fue la ficha de recambio del correísmo y ha
permitido la continuidad manteniendo en el gobierno a funcionarios que también
estuvieron con Correa.
La burguesía
tradicional compradora se atrincheró en Guayaquil a donde huyó Moreno, y desde
allí comandó la arremetida contra las movilizaciones tanto con la fuerza
pública como con los medios de comunicación a su servicio.
Esta facción de
la burguesía ha tenido que volver a sus viejos financistas como son el FMI,
pero allí hay que recordar que actualmente FMI no es sinónimo de EEUU, ya que
el capital Chino es uno de los pilares fundamentales del capital financiero
internacional. Aparte no hay que perder de vista el enorme endeudamiento con
China herencia de los 10 años del gobierno de Correa.
La facción de la
burguesía compradora, alineada con el imperio norteamericano, han estado como
es lógico en contra de las protestas y haciendo los llamados a la paz. Desde
sus posiciones ultraconservadoras han puesto el grito en el cielo por la
“democracia”.
4. Papel del
reformismo
El reformismo de
“las izquierdas” que sólo buscan posesionarse como un actor de presión para
seguir lucrando del estado burgués, para hacer su plataforma politiquera para
las próximas elecciones, frenando de esta manera el avance político de las
masas, llevándolo al matadero del dialogo (negociación con las clases
dominantes), para reforzar la democracia burguesa.
Lamentablemente
las protestas contra el decreto 883, no rebasan lo espontáneo y es el mejor
caldo de cultivo para toda laya de oportunistas, electoreros, que son los
beneficiados asegurando sus puestos en el estado burgués desde juntas
parroquiales, y con miras a las próximas elecciones presidenciales.
¿Qué es lo que
ha pasado en el fondo y que nadie crítica?
Los aparatos
reformistas funcionalizados al Estado y al imperialismo CONAIE-Pachakutik,
FENOCIN-Alianza País, FEINE, han conducido todo la lucha popular nuevamente a
la mesa de negociación con los opresores. Han desviado toda la lucha del pueblo
al matadero del DIÁLOGO.
Es importante
precisar que esta forma de actuar del reformismo es su práctica constante, es
decir, su papel es cooptar y desviar las luchas populares en beneficio del
fortalecer el sistema, y de sus intereses electoreros.
Queremos
recalcar -que en circunstancias como las que hemos vivido en el país en los
últimos días- la práctica política archiconocida del reformismo es:
1- Aprovechar y
montarse en la explosión espontanea del pueblo, sobre todo a través de los
aparatos funcionalizados al estados como Conaie-Pachakutic, Feine, Fenocin, Fut
y otros de las denominadas “izquierdas”; esto también es posible por las cuotas
de poder que tienen dentro del propio estado burgués (gobiernos locales).
2. Limitar la
protesta a reivindicaciones absolutamente específicas (derogar un decreto) para
manipular con más facilidad a las masas y apuntalar sus intereses inmediatistas
y electoreros.
3. Posesionarse
como “héroes”, como “líderes”, como “representantes” de todo el pueblo con el
aval del estado burgués, del gobierno, de la iglesia, de imperialismo (ONU), de
los medios de comunicación, y de intelectuales burgueses de universidades.
Con esto los
reformistas consiguen la plataforma para las siguientes elecciones, aseguran
los financiamientos vía ongs, del propio estado y de organismos
internacionales.
5. Oportunismo y
aparatos funcionalizados al sistema
Aquí cabe sobre
todo referirse a la CONAIE-Pachakutik, FEINE, FENOCIN, que han sido
posesionadas por el estado burgués y el imperialismo como las interlocutoras
del diálogo con el gobierno con el que pudieron controlar y poner fin a las
protestas.
Estos aparatos
están funcionalizados al Estado burgués. Están bien adiestrados para defender
la democracia burguesa, por eso es que al final no tienen otra salida que
sentarse al “diálogo”, es decir, terminar negociando con las demandas del
pueblo.
¿Por qué será
que desde la derecha recalcitrante hasta la izquierda domesticada terminaron
cantando alabanzas al “diálogo” y “la democracia”?
Simplemente
porque no puede haber otra salida para ellos que el colaboracionismo de clase y
que mejor cuando este consenso es bendecido por la Iglesia y la ONU, sentando a
los oportunistas en el matadero de la mesa del dialogo hablando a nombre del
“pueblo ecuatoriano”. Y recordemos además que han venido “dialogando” y
recibiendo prebendas del actual gobierno desde su inicio, ahora al haberse
posesionado como “dirigentes” de las protestas tienen una mejor posición para presionar
en las negociaciones.
No es de
extrañar que quienes sostienen económicamente a estos aparatos hayan sido los
“mediadores”. Por una parte la iglesia, católica especialmente, que los
sustenta vía ongs y proyectos de desarrollo. Igualmente el representante
diplomático del imperialismo como es la ONU, que avala otro gran sector de ongs
que financian al movimiento indígena no sólo de Ecuador sino del mundo.
Diversos
sectores populares ya estaban movilizados tanto en las ciudades como en campo
desde el 3 de octubre, así que estas protestas no fueron convocadas desde el
movimiento indígena, que hace su aparición posteriormente, en gran parte
empujado por el correísmo. Sin embargo ahora hay una suerte de divinización,
llegando incluso al fanatismo, como ciertos académicos y miembros de ongs que
dependen de ello para sus negocios y para mantener su forma de vida parásita.
Todo esto también con el sustento mediático y de los organismos imperialistas
como la ONU.´
No hay que
olvidar también que el reformismo está atrincherado en muchos gobiernos
locales: juntas parroquiales, alcaldías, prefecturas, desde donde tienen
recursos para movilizar a sus clientelas electorales.
6. El papel del
Estado y los medios de comunicación
El Estado
simplemente muestra su naturaleza como violencia organizada de las clases
dominantes para reprimir al pueblo, allí no hay equivocación posible, y las
posiciones ilusas con respecto a ello, sólo ayudan a confundir al pueblo en este
punto político fundamental.
Los medio de
comunicación alineados con las facciones de la burguesía compradora se
convirtieron en sus portavoces. Sin embargo hay que recordar que estos mismos
medios son los que posesionan permanentemente a los aparatos funcionalizados al
Estado y al imperialismo, particularmente a aquellos que dicen representar al
movimiento indígena, no en vano casi a diario sale una noticia de la
Conaie-Pachakutic en los principales medios del país.
Como es lógico
estos medios tenían que hacer los llamados a la defensa de la “paz y la
democracia”.
7. El papel de
la iglesia y la ONU
El gobierno de
Moreno y la facción de la burguesía a la que responde, a más del aparato de
represión directa también ha utilizado los tradicionales aparatos ideológicos
como son la Iglesia y los medios de comunicación, autoridades de instituciones
educativas (universidades), autoridades locales (alcaldes), para frenar la
protesta.
La Iglesia sigue
siendo uno de los principales pilares de dominación, mientras tanto la ONU
quiere aparecer como un ente independiente cuando es uno de los principales
organismos diplomáticos del imperialismo.
8. La falta de
una dirección política que ayude a las masas a ir más allá de espontaneísmo.
En general no
existe una dirección política desde los intereses populares, y tampoco
lógicamente en estas últimas protestas que se limitaron al objetivo inmediato de
la derogatoria del decreto 883.
La dirección
estuvo nuevamente en manos del reformismo, expresado en los tradicionales
aparatos electoreros oportunistas funcionalizados al estado burgués, que han
traficado con la lucha del pueblo gobierno tras gobierno.
Sin una
dirección política proletaria los esfuerzos del pueblo son fácilmente
traficados y postergados. Las clases y sectores populares no tienen así la
posibilidad de mirar más allá de los estrechos límites de la democracia
burguesa, menos aún de llevar su lucha contra las causas fundamentales de su
opresión.
Así los enormes
esfuerzos que el pueblo hizo durante los días de protesta terminaron en un show
mediático y en las mesas de negociación. Esto hay que evidenciarlo, rechazarlo
y buscar la manera de que el pueblo salga de este atolladero.
9. La necesidad
de una dirección proletaria para la lucha antimperialista
Cuando hablamos
de lucha antimperialista hablamos de una cuestión de fondo, no sólo para una
lucha coyuntural, implica que ello alcanza a un asunto central de la Línea
Proletaria. En el caso de las últimas protestas el objetivo desde el
antimperialismo es que la lucha se mantenga en forma permanente, de manera que
el pueblo pueda realmente sacar el mejor provecho de las explosiones espontáneas,
comprendiendo sobre todo que no se puede limitar a conquistas puntales como
derogar un decreto, sino que tiene que ir más allá: tomar conciencia y crear
organizaciones con una línea política proletaria que conduzcan la lucha a la
construcción del nuevo poder.
El
antimperialismo también implica desenmascarar permanentemente al reformismo sea
la izquierda tradicional y cualquier otro movimiento de esta índole. Analizar
su carácter de clase, establecer su ligazón económica con el estado y el
imperialismo, para que queden claros cuáles son los intereses que defienden.
Para el
imperialismo y las clases dominantes nacionales es imperativo mantener a los
aparatos reformistas ya que estos son la mejor venda en los ojos del pueblo,
sobre todo porque posesionan a actores sociales que van únicamente a reforzar
al sistema, logrando con ello dos cosas fundamentales:
1. El endiosamiento de
ciertos sectores a través de los que el pueblo se sienta representado, los
“héroes”, lo que no le permite comprender que sólo el pueblo es artífice de su
propia liberación; y 2. Negar la necesidad de una dirección política con una
LÍNEA PROLETARIA, reforzando las posiciones anticientíficas posmodernas de que
la lucha de clases para la construcción de una nueva sociedad que reemplace al
capitalismo, ya no tiene que ser conducida por el Proletariado y sus aliados,
sino que corresponde a los movimientos sociales, encausando de esta manera la
lucha social al fortalecimiento de la “democracia”, es decir, del sistema
capitalista-imperialista.
Como Bloque
Proletario-Sur ratificamos en la necesidad de continuar concientizando al
pueblo, fortaleciendo organizaciones populares y luchando desde una LÍNEA
POLÍTICA PROLETARIA anticapitalista, antimperialista, antipatriarcal y
antireformista.
Bloque Proletario-SUR