lunes, 20 de febrero de 2017

Comunicado del Bloque Proletario 


Ante las fraudulentas elecciones del 19 de febrero del 2017

BLOQUE PROLETARIO·LUNES, 20 DE FEBRERO DE 2017

 1. La hipócrita democracia burguesa ha demostrado su inconsistencia y precariedad una vez más en este proceso electoral. Sin duda una burla para el pueblo. Un proceso corrupto y amañado, lleno de irregularidades (personas fallecidas hace años que constan en el padrón electoral, actas encontradas en los alrededores de los recintos, papeletas marcadas previamente, etc.) lo cual no constituye una excepción, sino que es más bien una costumbre que se expresa en la generalidad de las elecciones que se han desenvuelto en nuestro país.

2. El gobierno ha demostrado el control total que posee de la estructura estatal, esta vez a través de un proceso armado de acuerdo a su conveniencia, pudiéndose proclamar vencedor con tan sólo el 40% de los “votos válidos” y siendo juez y parte gracias al control absoluto que tiene del Concejo Nacional Electoral.

3. El oficialismo se muestra desesperado por ganar en primera vuelta, pues sabe que de existir segunda vuelta sus posibilidades son mínimas. Es un gobierno que se encuentra muy desgastado fruto de su política anti-popular, entreguista, corrupta y represiva y que ni siquiera el control mediático que posee, ni la política asistencialista, lo podrán sostener.  Misteriosamente, después de vanagloriarse de la efectividad con la que manejó el conteo de los votos y habiendo entregado resultados de más del 70% del escrutinio a las 21h00 del 19 de febrero, la alimentación de los datos descendió considerablemente, introduciéndose éstos de manera sospechosamente lenta, además desmantelando el lugar donde se estaba realizando el procesamiento, lo cual genera muchas sospechas. Alianza País busca configurar un fraude de la manera más descarada, si no ha tenido escrúpulos para feriarse los recursos del Estado y hacer negociados de manera corrupta durante estos diez años, no debería sorprendernos que intenten hacerlo con los resultados de las elecciones. El gobierno está apelando a todo con tal de no perder el control estatal pues ello es su garantía para que las facciones de nuevos ricos sigan acumulando dinero y poder.

4. Como ha ocurrido en otros países de Latinoamérica, los sectores populares buscan ser arrastrados a tomar parte por una de las dos posiciones contendoras. Se pretende generar en el imaginario colectivo una polarización de fantasía, un antagonismo inexistente entre Alianza País y CREO. Los dos partidos defienden el status quo, el capitalismo atrasado que se desenvuelve en el país y son fieles a la dominación imperialista que profundizará un Estado semi-colonial basado en la explotación de cientos de miles de trabajadores del campo y la ciudad.

5. Alianza País es la representación directa de la burguesía burocrática, de los nuevos ricos que han utilizado el Estado como palanca de acumulación y que mantiene un acuerdo además con algunos grupos monopólicos tradicionales; es la punta de lanza del imperialismo chino en el Ecuador. CREO representa a la burguesía financiera y compradora, formada por grupos empresariales ligados especialmente al capital norteamericano. Esta es una disputa interburguesa a la que pretenden arrastrar al pueblo, el cual no tiene nada que ver con los intereses de estos grupúsculos.

6. A los sectores populares se nos presentan dos escenarios: si gana el correísmo habrá que enfrentar su política fascista en las calles a través de la organización popular durante los próximos años, como lo han venido haciendo los espacios que forman parte del Bloque Proletario desde el inicio; mientras que si hay segunda vuelta, pretenderán inducirnos a “elegir” entre la cámara de gas o la guillotina, es decir votar por “el mal menor”; la consigna de Anular el Voto y Elegir Luchar se mantendrá vigente, pues el pueblo no puede confiar en ninguna de las partes y peor permitirse seguir creyendo en la farsa que constituyen las elecciones burguesas. 

7. Los otros partidos politiqueros (Fuerza Ecuador, Izquierda Democrática, MPD-Unidad Popular, Pachakutic, Partido Social Cristiano) han develado sus verdaderas intenciones. Si bien ellos sabían que no iban a ganar la presidencia, su objetivo era captar algunos puestos dentro del parlamento y poder negociar en la segunda vuelta con Alianza País y CREO para que les garanticen algunas cuotas de poder a cambio de los votos de sus electores.

8. La izquierda oportunista volvió hacer el ridículo y esta vez, su nuevo jefe, Paco Moncayo, no llegó ni siquiera al 7% de los “votos válidos”, que tomando en cuenta el total de electores habilitados para sufragar, no alcanza ni el 4%. Sus intereses rastreros han sido develados una vez más, sus dirigentes buscan únicamente hacer vida económica de la politiquería, son infiltrados en el movimiento social y popular para desviarlo de sus intereses y canalizar su descontento hacia instancias inofensivas para las estructuras de poder. Esta izquierda es igual o peor que los partidos burgueses y reaccionarios.  Geovanny Atarihuana del MPD, y Lourdes Tibán ya hicieron un llamado a apoyar a Lasso en la segunda vuelta, demostrando su servilismo, sumisión y compromiso con las élites y comprobando una vez más su traición rastrera en contra del pueblo al que dicen representar.

9. El 26% del pueblo ecuatoriano no votó por ningún candidato. El ausentismo llegó al 17,2% y los votos nulos y blancos sumaron más del 9%. Anular el voto, robarse la papeleta o no ir a votar fue y será la posición más digna de toda persona consciente y que ha trascendido las lógicas de sumisión y alienación impuestas por el sistema actual. Significa que este porcentaje de gente ya no cree en la farsa electoral y en toda la basura politiquera. Cabe recalcar que la campaña de los medios de comunicación y de los partidos politiqueros logró bajar el porcentaje de votos nulos y blancos pues indujeron la idea de que la única alternativa era votar contra el gobierno.

10. Sin la trampa de las estimaciones a partir de los “votos válidos”, el gobierno logra tan sólo un 27%, CREO el 20%, el PSC el 11% y la ID el 4% sobre la cantidad total de personas habilitadas para votar. Porcentajes ínfimos que son maquillados gracias a los “genios” del CNE. Es evidente que las elecciones no demuestran la voluntad popular.

11. El Bloque Proletario hace un llamado a desconocer las elecciones burguesas, a develar su carácter de clase en favor de las élites dominantes, a continuar desenmascarando estos procesos donde el pueblo no tiene absolutamente nada que ganar. Nos mantenemos en la posición de ANULAR EL VOTO Y ELEGIR LUCHAR! pues las elecciones inducen a la pasividad y al conformismo generando una ilusoria idea de participación que tan sólo legitima la dominación.

12. Los resultados de las elecciones son tomados en cuenta por los sectores revolucionarios y populares, no por algún tipo de confianza de que su vida mejorará a través de éstos, sino para desarrollar tácticas acertadas para enfrentar al siguiente gobierno burgués. Las formas de gobierno pueden cambiar y es preciso identificarlas, pero el carácter de clase del Estado y el control económico de las élites empresariales permanece intacto gane quien gane. Hacemos un llamado a prepararnos para enfrentar al grupo que gane y que administrará el Estado los siguientes cuatro años. Ningún grupo de los que se están disputando el Estado llegará con la legitimidad suficiente y se prevé un clima de inestabilidad que será propicio para la lucha. 

13. Esta coyuntura electoral nuevamente nos permitirá seguir acercando a los sectores consecuentes que luchan de manera genuina en este país y seguir afirmando la nueva corriente revolucionaria que ha emergido y que más temprano que tarde sepultará a las élites que controlan el poder económico, político e ideológico en el país.

14. El camino del pueblo es la lucha, no elegir un presidente. Rechacemos la vieja idea del mal menor que sólo ha traído problemas y ha empeorado la situación de los sectores populares. Sólo la acción activa, la organización y los procesos de concienciación política garantizarán que ampliemos nuestros derechos y alcancemos una nueva sociedad.

¡Nuestro camino es luchando, no votando!
¡Ni Correa, ni Lasso, ni burguesía burocrática, ni burguesía compradora!
¡Las elecciones son una trampa para el pueblo!
¡Si quieres elegir, elige luchar!


BLOQUE PROLETARIO DE ECUADOR
ELIGE LUCHAR:



EL VOTO DE LA DÉCADA CAGADA


domingo, 19 de febrero de 2017

BASTA DE PATRONES ...ANULA TU VOTO Y RECHAZA LA FARSA ELECTORAL


RECHAZAMOS A LAS ELECCIONES BURGUESAS.
Quito, 16 de febrero 2017.

La Coordinadora Campesina Popular CCP junto al BLOQUE PROLETARIO participó en la marcha de rechazo contra el circo electoral burgués.
Cada cuatro año las clases dominantes organizan y obligan al pueblo a acudir a las urnas para que escojan entre una serie de cretinos al nuevo titiritero que hará de presidente de la república y administré el estado reaccionario.
En este tipo de evento las clases dominantes muestran a las elecciones como el mayor acontecimiento político que sirve para re oxigenar la llamada democracia, una democracia que es para cambiar al nuevo verdugo que comandará y legalizará la dictadura y el monopolio del poder. Una democracia amputada y de minoría, representada por un manojo de poderoso explotadores, una cofradía de grupos monopólicos como El Jiri, Grupo Noboa, Banco del Pichancha y Banco Guayaquil, Supermaxi, Hidalgo-Hidalgo, La Favorita, El Rosado, Graiman, Pronaca, etc., que se enfiestan para celebrar a un nuevo gerente de sus negocios, ese nuevo gerente pasará a llamarse presidente constitucional del Ecuador. Esta minoría de explotadores puede hacer todo eso porque tiene el monopolio del poder, tanto económico como político-estatal y el soporte del imperialismo extranjero. A veces estos grupos que mandan en el país permiten que trásfugas de corte seudo nacionalista, populistas, patrioteros y oportunistas como Correa lleguen a la administración del estado y puedan enriquecerse descomunalmente, esto es permitido y es parte de la trampa para que el pueblo piense que en “democracia” hasta “socialistas” llegan al gobierno.
Esta llamada democracia de los ricachos que dominan en Ecuador no es nada menos que una forma de sucursal política de lo que imponen los imperios extranjeros como USA, China, Comunidad Europea en la forma de estados y gobiernos semicoloniales.
Las democracias burguesas de países como Ecuador y cualquier otro país oprimidos son democracias semicoloniales, sometidas al capital financiero internacional, manipuladas al servicio del imperialismo. Esta condición semicolonial se ha acentuado hondamente en Ecuador, pues el país, al caer en manos del más grande vendepatria llamado Rafael Correa, en cuya administración se ha contraído una gigantesca deuda externa y en donde el territorio y recursos naturales están hipotecados al capital buitre del imperialismo chino.
Las elecciones son una trampa para el pueblo. Una sutil forma de hacer creer que el pueblo esta decidiendo algo con los votos, cuando en realidad ya todo está decidido por la burguesía. Son ya décadas y décadas de elegir cualquier clase de delincuentes, charlatanes y oportunistas que la burguesía promociona como candidatos. Son décadas y décadas de elegir y elegir y en donde el pueblo solo tiene el papel de legalizar con su voto la trampa. Su voto siempre cae en saco roto, con el voto el pueblo bajo reglas de la democracia capitalista se auto destruye. Lo que hace es dar un velo de legalidad a esa trampa, es lo que quiere la burguesía.
Es decir, las elecciones capitalistas actúan como una droga sobre el pueblo, bajo cuyo efecto al pueblo se le hace escoger a su nuevo títere y verdugo que le gobernará. Por eso cualquier delincuente u oportunista como Febres Cordero, Borja, Bucaram, Sixto, Gutiérrez, Correa, y el que vendrá en los próximos días jamás defendieron ni defenderán los intereses del pueblo. Siempre serán fieles a quiénes representan. En concreto servirán a la burguesía criolla y al imperialismo extranjero. De ahí que el pueblo siempre sale perdiendo y cada vez sus condiciones de vida están más deterioradas.
Las masas oprimidas, los obreros, el campesinado pobre, la pequeña burguesía, las mujeres, los pueblos dominados, jamás se han emancipado ni jamás se han librado de sus cadenas por la vía electoral organizada por las clases capitalistas.
Si avanzamos en el entendimiento político nos daremos cuenta que en las elecciones que organiza la dictadura de los ricos jamás se deciden cosas fundamentales para las clases oprimidas. Jamás en ellas se decide el salario de los obreros y el valor de los productos del campesinado pobre, jamás allí se decide nada sobre la brutal dominación imperialista que sufre nuestro país, jamás allí se decide sobre el criminal papel del capitalismo sobre el ser humano y la destrucción de la naturaleza. Nunca la burguesía va a llamar a elecciones para que de forma libre el pueblo y las comunidades locales decidan si quieren o no un megaproyecto de minería o petróleo que mata los ecosistemas, que mata la vida de los campesinos, que significa saqueo imperialista, eso jamás lo va hacer. De la misma forma ellos jamás van a llamar a elecciones libres para que decidamos si debe haber o no debe haber una sociedad miserablemente clasista y que vive de la explotación del hombre contra el hombre, en donde una mayoría trabaja y mantiene a la sociedad mientras otra parasitariamente se roba la riqueza producida por obreros y campesinos, y lo peor, que esa clase parasitaria se dé el lujo de dirigir la sociedad.
Simplemente la democracia capitalista jamás llamará a elecciones para decidir algo que sea trascendente para las masas oprimidas, simplemente usará las elecciones como mecanismo de embaucarlas, controlarlas y explotarlas.
A esta mafia política que son las elecciones burguesas y semicoloniales que se organizan en el país se unen los grupos autollamado de izquierda, que en caso de Ecuador están representados por mpd-unidad popular, pachakitic y ciertas hilachas de unos denominados partidos “comunista-” y “socialista” hoy lameculos del correísmo. Estos grupos reformistas y revisionistas son la avanzada de la burguesía en el seno del movimiento popular. Religiosamente han cumplido el papel que la burguesía criolla les ha encomendado, servir a la legalidad burguesa y al capitalismo, por eso siempre han estado en componenda con ella. Apoyaron a Borja, apoyaron a Gutiérrez, apoyaron a Correa y ahora están entregados de cuerpo y alma al reaccionario y socialdemócrata-fascista Paco Moncayo. Cínicamente estos grupos tienen la cantaleta de sentirse “traicionados” cuando la burguesía les bota porque ya les ha usado o cuando no les da la tajada que reclaman. Tomando el poncho de “traicionados” quieren justificar su miserable colaboracionismo y servilismo al estado reaccionario y la burguesía.
Sólo la revolución es la solución. Cuando hayamos avanzado en el grado organizativo, de conciencia revolucionaria y movilización de las masas, y hagamos temblar a la burguesía y su sistema capitalista-imperialista y podamos tomar el poder y poner en el basurero de la historia toda la podredumbre de la llamada democracia burguesa, entonces las cosas serán diferentes para las masas trabajadoras del campo y la ciudad, para los jóvenes, las mujeres, para la pequeñoburguesía explotada.
Solo la revolución social y el socialismo científico es la forma política estratégica de avanzar en la conquista de los verdaderos derechos y vida digna para las masas oprimidas. Es la única esperanza para librarnos de las injusticias del capitalismo-imperialismo.
Por ahora, mientras vamos paso a paso, rechazamos las elecciones burguesas, claramente la posición proletaria es boicotearlas en lo posible. Pero hoy, tanto el nivel organizativo como la conciencia de las masas no están aún en condiciones para ello, no se actúa irresponsablemente ni oportunistamente. Nuestro llamado junto al BLOQUE PROLETARIO es ANULAR EL VOTO, que significa el rechazo contra toda esta farsa electoral, mostrar las raíces y el papel del ¿por qué? de las elecciones burguesas, elevar la conciencia de las masas, haciéndolas de ver cómo funcionan, mostrándolas que en este evento de la burguesía gane quien gane el pueblo perderá. Sea Moncayo, sea Lasso, sea Moreno, sea Viteri, sea quien sea decimos muy contundentemente QUE SON LAS MISMA MIERDA CAPITALISTA. Y NO NOS VENGAN CON EL CUENTO PENDEJO DE QUE EL NULO SIRVE A TAL O CUAL CANDIDATO. VOTAMOS NULO PORQUE RECHAZAMOS AL CAPITALISMO, A SU DICTADURA BURGUESA Y A TODOS LOS DELINCUENTES Y OPORTUNISTAS QUE VÍA ELECTORAL LLEGAN A ADMINISTRAR EL ESTADO REACCIONARIO PARA LLENARSE LOS BOLSILLOS Y EXPLOTAR AL PUEBLO!!!!

SI QUIERES ELEGIR, ELIGE LUCHAR
SALVO EL PODER TODO ES ILUSIÓN
SÓLO LA REVOLUCIÓN ES LA SOLUCIÓN

COORDINADORA CAMPESINA POPULAR CCP.
Manifiesto del Bloque Proletario ante
las elecciones de febrero de 2017

El 19 de febrero del 2017 se realizarán las elecciones para los cargos de presidente, vicepresidente y asambleístas nacionales y locales. Todos los partidos políticos se están preparando desde hace algún tiempo para dicha contienda. Cada una de sus acciones o aparecimientos públicos han sido direccionados a su objetivo fundamental: generar los votos suficientes para captar los diferentes espacios en disputa. Comienzan a aparecer cuñas promocionales y spots publicitarios adornados con una serie de slogans y promesas como ha sucedido en toda campaña desde hace varias décadas y que buscan sorprender a los sectores populares tratando de insertarlos en esta dinámica, haciendo que de fondo olviden sus intereses cardinales y desconozcan la importancia de la organización y la lucha.

El Bloque Proletario, una organización constituida en Noviembre del 2014, y que agrupa a varias organizaciones independientes que tienen amplia trayectoria de trabajo popular con mujeres, obreros, campesinos, estudiantes, artistas y gente de los barrios populares, presenta el siguiente manifiesto orientado a difundir nuestra posición ante las elecciones no sólo de febrero del 2017 sino en general. 

Sobre el Estado, la democracia y las elecciones

1. Las elecciones son la forma pacífica que tienen las élites dominantes para disputarse el control de la estructura estatal. Hay que comprender que esos grupos no son homogéneos pues los sectores donde operan sus negocios son diferentes, así como sus variantes de acumulación. Las diversas fracciones de la burguesía mantienen un acuerdo general en la forma de organizar el país y la economía, pero entre ellas también existen disputas que tienen que ver con las características económicas de cada grupo, lo cual lleva a implementar matices particulares en la gestión estatal que benefician más a quien detenta el control gubernamental que les es dado temporalmente por las elecciones. 

2. Por ello es vital comprender que el Estado es un instrumento de dominación dirigido por las élites económicas para resguardar y afirmar su posición ventajosa en la sociedad. No representa pues a toda la sociedad sino a un minúsculo grupo que se vale de las leyes, fuerzas represivas y toda la institucionalidad establecida para mantenerse en su sitial privilegiado. 

3. El tipo de Estado no cambia así lo conduzca tal o cual grupo dominante. Lo que varía son las formas de gobierno, la forma de gestión económica y política del Estado que puede asumir varias especificidades, por ejemplo: la burguesía compradora tradicional es partidaria de un Estado con menor influencia en la economía, y una política arancelaria permisible que consienta mayores ventajas económicas para la exportación o importación; la burguesía burocrática privilegia un Estado interventor, regulador, donde éste  tiene un papel muy importante en la economía, puesto que se convierte en cantera de negociados para dicho sector. Por lo tanto, en las elecciones no están participando las clases explotadas o sus delegados, sino las diferentes fracciones de la burguesía. En el Ecuador gane el grupo que gane se mantendrá una estructura económica con fuertes rezagos pre-capitalistas y que garantiza la dominación imperialista y de los grupos monopólicos en general. En el plano político las formas de gobierno pueden ser directamente más represivas –fascismo- o más democráticas –socialdemocracia- sin que las estructuras de dominación se alteren en lo esencial.

4. La democracia burguesa es la forma históricamente concreta que tiene la clase capitalista de organizar el poder. La democracia no sirve a todos por igual, sino al sector dominante. Cada una de las instituciones, leyes, espacios de participación, etc., están diseñados para resguardar aquello. Por eso cabe preguntarse quién diseña y ejecuta las leyes; en beneficio mayoritario de quién están estipuladas; los ministerios por quiénes son dirigidos; las fuerzas represivas cuando hay una marcha del pueblo a quién reprimen, etc. Toda democracia es una dictadura que encubre la dominación del grupo históricamente dirigente. La democracia no es perfectible, es imposible llegar al ideal de una democracia pura y absoluta, puesto que en ésta siempre existirá dominación: en la democracia burguesa de la minoría y en la democracia proletaria de la mayoría. Las élites han refinado las formas de opresión mediante variantes “democráticas”, acordes a un determinado momento histórico y según la conveniencia de sus intereses adoptan una u otra forma de gobierno. Cuando sus intereses se ven afectados directamente por la presión de las masas populares, utilizan el aparato represivo del Estado de una manera directa, develando su verdadero carácter de clase, asumiendo formas fascistas o militaristas; cuando las condiciones sociales, políticas y económicas aparentan una relativa estabilidad, envuelven a las masas populares en un espejismo de “participación ciudadana”, utilizando conceptos hueros como “democracia representativa”, “democracia delegativa”, “democracia participativa/directa”, etc. Sin embargo, ningún cambio de forma de gobierno o aplicación de conceptos “modernos” modifica la esencia del carácter de clase del Estado burgués. La democracia logra la hegemonía del grupo dirigente que logra un “consenso” sobre la forma en la que se lleva el país, ello tiene un efecto ideológico desmovilizador. 

5. Los partidos políticos son representación directa por un lado de los grupos monopólicos más fuertes del país; y por otro de una serie de organizaciones e individuos oportunistas que generalmente cobijados bajo el rótulo de “izquierda” pretenden captar pequeños espacios de poder que permitan a sus dirigentes hacer vida económica de la política. Las elecciones –con el cuento de la democracia- arrancan de las clases explotadas una aprobación rutinaria a los candidatos que han sido elegidos previamente por cada fracción burguesa, con el objetivo fundamental de preservar sus intereses económicos.

6. Las elecciones se efectúan con el propósito primario de legitimar el sistema, la política y las acciones de la clase dominante dándoles una fachada de mandato popular. Así las medidas instauradas cuentan con una “aprobación previa” otorgada por los sectores populares, que no tendrían por qué quejarse pues ellos mismo “eligieron” a sus representantes. Detrás del mito de la representatividad vía elecciones se esconde el interés de las clases dominantes de llevar al pueblo a participar de un juego en el que nunca va a ganar.

7. Las elecciones confinan, controlan y canalizan la actividad de las masas populares a un espacio inofensivo para la estructura de poder, un espacio que lo tienen manejado a todo nivel. 

8. Las elecciones generan una ilusoria idea de participación en las masas, donde al parecer están decidiendo algo. Ese es uno de sus efectos políticos más peligrosos pues desarman la confianza del pueblo en sus propias organizaciones y en variantes genuinas de lucha. Las elecciones inducen a la pasividad, al conformismo, a aceptar el orden establecido en una participación que se vuelve rutinaria.

9. La idea del mal menor se naturaliza en los sectores populares que supuestamente al no encontrar otros mecanismos de participación se conforman con votar por uno u otro candidato así históricamente sepan que no resuelven sus necesidades.
 
Sobre las posiciones y partidos que participarán en las elecciones del 2017

1. Alianza País busca mantenerse en la presidencia durante cuatro años más. Este grupo ha Estado en el poder durante diez años, en los que ha contado con los mayores ingresos recibidos por un gobierno en la historia del país, lo que no ha servido para mejorar la situación de los trabajadores y de los sectores populares en general, sino para enriquecer a una capa de nuevos ricos que han utilizado el Estado como eje de acumulación, valiéndose de sueldos suntuosos y negociados millonarios. Este gobierno se ha festinado los ingresos petroleros con los precios más altos de la historia del país; nos ha endeudado hasta el cuello con los nuevos chulqueros del mundo, los bancos chinos; ha despojado a los trabajadores de derechos legítimamente adquiridos a través de la lucha; está entregando nuestros territorios, ecosistemas, tierra, agua, bosques a las transnacionales mineras, petroleras, hidroeléctricas; ha prohibido el trabajo a miles de comerciantes ambulantes y artistas callejeros que se ganan su sustento en las calles y plazas; ha limitado los pocos derechos que la democracia burguesa permite al pueblo; ha desarrollado una lógica mercantil, elitista y funcional en la educación, negando la posibilidad del estudio universitario a miles de jóvenes ecuatorianos; decenas de personas desaparecen día tras día en las calles sin ningún tipo de solución; la economía de los sectores populares ha ido en detrimento, mientras el gobierno contiene la debacle vía bonos de miseria, y los grandes grupos monopólicos ligados al capital financiero nacional e internacional siguen acumulando riquezas. Esto ha sido combinado con una política fascista de corte corporativo que coopta o crea organizaciones populares bajo dirección del Estado y criminaliza además cualquier tipo de protesta o disentimiento, persiguiendo judicial o extrajudicialmente a quienes considera sus opositores, manejando un aparataje de propaganda que controla varios canales, radios, medios escritos y virtuales para configurar una opinión pública acorde a sus intereses. Además de tener más de dos mil denuncias por casos de corrupción que echan por los suelos el slogan de “manos limpias” impulsado por este régimen.

2. El candidato a la presidencia por Alianza País será Lenin Moreno, quien fuera vicepresidente del primer período de Rafael Correa y por consiguiente cómplice de primer orden de todas las leyes, medidas, políticas y persecuciones en ese tiempo. Posteriormente ha estado ligado al gobierno con diferentes cargos y funciones, además de ser representante del país en la ONU recibiendo más de 40 mil dólares mensuales por dicha actividad. Es el rótulo “humanista” que pretenden imponer para difuminar un poco el estilo autoritario tan cuestionado por diferentes sectores. El panorama para Alianza País no es el mejor para las próximas elecciones fruto del desgaste que ha sufrido en estos años por su política anti-popular; sin embargo, y aunque la crisis económica apremie al país, no están dispuestos a soltar el poder, por la rica cantera de negociados que representa el Estado y además para bloquear cualquier intento de fiscalización que se haga sobre sus corruptos funcionarios. 

3. Uno de los grupos que buscan la presidencia es Compromiso Ecuador (CREO) comandado por el banquero Guillermo Lasso. Si bien ha sido una de las caras visibles de la oposición, es durante la gestión de la Revolución Ciudadana que se ha convertido en uno de los grupos monopólicos más fuertes del país. Es dueño del Banco de Guayaquil, el segundo más grande del país, y uno de los hombres más ricos. Cuenta con aseguradoras, bienes raíces, fondos de inversión. Además fungió como funcionario en el gobierno de Jamil Mahuad y fue uno de los responsables del feriado bancario del que salió beneficiada su entidad financiera. Es un grupo bastante ligado al capital norteamericano. Aspira llegar al poder para alentar medidas en beneficio de los sectores bancarios más retardatarios. A este grupo le han dado su apoyo SUMA del actual alcalde Quito: Mauricio Rodas, y Paúl Carrasco, actual prefecto de Azuay y líder de PODEMOS.

4. Uno de los partidos políticos que busca llevarse una de las tajadas más grandes del pastel estatal en las próximas elecciones es Avanza, organización dirigida por Ramiro González (ex ID, RED y Alianza País), quien fue ministro de industrias y productividad, y presidente del concejo del IESS en el gobierno actual y que hasta hace no mucho formaba parte de su frente de apoyo: Unidos. Ha sido acusado de mal manejo de los fondos del IESS. En la actualidad Avanza aparece como un partido crítico de la Revolución Ciudadana. Avanza fue creado en el 2012 por Ramiro González y John Argudo, ambos ex militantes de la Izquierda Democrática (ID). Y es que precisamente Avanza se construyó con gran parte de las bases y dirigentes de la ID, sobre todo de las provincias, pero también de miembros del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) e incluso de Pachakutik (ver caso de Antonio Posso). 

5. El Partido Social Cristiano también participará en las próximas elecciones con Cinthia Viteri como candidata presidencial. Los socialcristianos, comandados por Jaime Nebot mantienen su bastión en Guayaquil, donde dicho personaje controla la alcaldía hace muchos años atrás después de que el matón Febres Cordero le heredó dicha posición. Su “modelo exitoso” ha beneficiado a las élites porteñas y ha mantenido en la miseria a miles de guayaquileños que viven en los suburbios sin contar siquiera con los mínimos servicios básicos, además de mantener la lógica represiva por la que ha sido conocido históricamente su partido. 

6. Existen otros grupos como el PRIAN de Álvaro Noboa y el PRE-Fuerza Ecuador de Dalo Bucaram, que representan igualmente a las élites porteñas y que al no tener posibilidades reales de ganar la presidencia buscarán algunos escaños de asambleístas para que éstos velen por sus intereses económicos. 

7. La Izquierda Democrática que manejó la política y el Estado durante dos décadas junto a los socialcristianos pretende resurgir, pero el pueblo no olvida que fue precisamente su mayor ícono: Rodrigo Borja, quien desapareció el sindicalismo en empresas privadas en el Ecuador y fomentó una serie de medidas anti-populares bajo un rótulo “progresista”. Esta vez quien abanderará este partido será Paco Moncayo, ex general de las reaccionarias Fuerzas Armadas, participante en los anteriores derrocamientos a Mahuad y Bucaram, y ex Alcalde de Quito, siendo el impulsor principal de la lógica de “ordenamiento urbano” excluyente que persigue a comerciantes ambulantes. 

8. Paco Moncayo representa a sectores burgueses especialmente de la sierra. Ha buscado establecer acuerdos con grupos de la costa como el comandado por Mario Canessa, empresario, ex banquero e inversor en medios de comunicación privados quien finalmente declinó su candidatura. En esta alianza está el grupo Centro Democrático, dirigido por Jimmy Jairala, ex aliado del gobierno hace tan sólo unas pocos meses. Su binomio será una mujer guayaquileña, quebrando la ilusión de la izquierda reformista (Pachakutic-Unidad Popular) de ubicar a uno de sus representantes en dicho puesto. 

9. Uno de los sectores que ha pretendido mostrarse como opositor al régimen es la izquierda oportunista conformada especialmente por Unidad Popular (ex Mpd), Pachakutic y una fracción del Partido Socialista Ecuatoriano. Estos grupos apoyaron a Correa y a Alianza País desde su campaña electoral en el 2006 y fueron parte del gobierno dirigiendo algunos ministerios y con funcionarios en diferentes dignidades hasta el año 2010. Defendían a muerte la Revolución Ciudadana a la que denominaban un proceso “patriótico, anti-imperialista, nacionalista, popular y democrático”. Fueron parte del diseño de las principales leyes que cortaron los derechos de miles de trabajadores, estudiantes y campesinos, formaron parte de la bancada oficialista en el parlamento y en la Asamblea Constituyente aprobada en el 2008. La mayoría de estos grupos dejan de ser parte del gobierno actual en el 2010 no por desacuerdos concretos, sino porque fueron echados del mismo, entonces al no seguir recibiendo parte de la tajada del pastel estatal, decidieron auto-proclamarse “oposición”. Tengan claro compañeros que si estas personas y organizaciones no hubieran sido despreciadas, humilladas y expulsadas por Alianza País, siguieran allí haciendo campaña por “el compañero presidente”. Estos grupos oportunistas sólo buscan hacer vida económica de la política y se esconden en frases de izquierda para engañar a las masas populares. Saben muy bien que no van a llegar a la presidencia, pues su descrédito, fruto de su podrida actividad politiquera, no se los permitiría. Sin embargo buscan captar unos cuantos puestos de asambleístas y realizar acuerdos con otros grupos para que sus dirigentes se conviertan en funcionarios lo que les permitirá seguir lucrando del jugoso negocio estatal. Estos grupos mediante su política clientelar desarman las variantes de lucha de los sectores populares, los inducen al pasivismo, al conformismo y a la confianza en la democracia capitalista, son la avanzada de las élites dominantes en el pueblo, los bomberos de la lucha social, traficantes profesionales de los derechos populares. Las marchas que han realizado, y que cuentan con el apoyo de las organizaciones burocráticas que dirigen como las centrales sindicales, no han tenido nunca el objetivo de recuperar o defender los derechos del pueblo, sino simplemente hacerse campaña y capitalizar el amplio descontento que ha generado la farsa verde-flex. Este enemigo que se disfraza bajo el rótulo de unidad ha marchado históricamente a la zaga de uno u otro grupo de poder y esta vez no será la excepción, pues irán a la cola de la Izquierda Democrática, Centro Democrático y demás.
 
Sobre la necesidad de la organización y lucha

1- El Bloque Proletario manifiesta que las elecciones son una trampa para el pueblo, un espacio en el éste no tiene nada que ganar y sí mucho que perder, así lo comprueba no sólo la justeza de la teoría revolucionaria, sino la práctica concreta de las masas que han votado durante décadas sin obtener ningún beneficio real.
 
2- El Bloque Proletario manifiesta que las elecciones no son una forma de lucha, sino de legitimación de la dominación impuesta por el sistema. Las formas de lucha cambian en el devenir histórico, y es indudable que en el actual desarrollo de la democracia burguesa, las elecciones sólo refuerzan el aparataje estatal.
 
3- El asunto no pasa por tener un candidato popular propio, pues la estructura de poder es inquebrantable desde adentro. Esa es una vieja y falsa ilusión pues esos candidatos no tienen ningún peso real por más buenas intenciones que digan poseer, pues los cargos fundamentales ya se hallan repartidos y el Estado se halla sumamente controlado por la élite económica y sus instituciones.

4- Las elecciones inducen a las masas a la pasividad, el clientelismo las reduce a ser un simple número que busca ser ganado por uno u otro sector. Desarma la confianza de los sectores populares en sus propios procesos organizativos y movilizatorios. 

5- Si manifestamos que en las elecciones no están en juego los intereses populares, que éstas son una disputa inter-burguesa, votar equivaldría a elegir qué grupo de la clase dominante nos va a oprimir durante los próximos cuatro años, es la idea del “mal menor”, es como decretarnos la pena capital y elegir si queremos la cámara de gas, la guillotina o la silla eléctrica. Muchas veces el “mal menor” termina siendo peor, tal y como ha ocurrido con este gobierno.

6- El cabaret electoral es una farsa en todo el sentido de la palabra. Desde las visitas de los politiqueros a los barrios y las infinitas promesas que nunca llegan a cumplirse, hasta el fraude permanente y la construcción amañada de estos procesos. En las elecciones que se avecinan la corrupción burguesa salta a la vista con inscripciones donde los partidos usurparon la identidad de decenas de miles de ecuatorianos falsificando sus firmas e inscribiéndolos en estas maquinarias electorales sin que éstos se enterasen.

7- Hacemos un llamado a desconocer el proceso electoral. Sin duda alguna la mejor consigan sería NO VOTAR, sin embargo el hecho de que quien no vota debe pagar una multa para obtener un certificado necesario para el más mínimo trámite, obliga a acudir a las urnas. Por ello nosotros manifestamos que en las actuales circunstancias la propuesta más real es ANULAR EL VOTO. Posteriormente habrá que encaminar una lucha para que las elecciones no sean obligatorias pues ello demostrará la poca importancia y la desconfianza que tienen los sectores populares sobre estas.

8- ANULAR EL VOTO no es muestra de apoliticismo, sino de una posición y un entendimiento mucho más profundo pues comprendemos cómo funciona el poder político y las estrategias que operan. Votar Nulo significa tomar una posición consecuente y definida donde descartamos las elecciones por caducas e inservibles. Esto no significa quemeimportismo ni apoliticismo, sino más bien comprensión política consciente, basar las esperanzas en los esfuerzos propios, en la construcción de los elementos necesarios para la revolución.

9- Anular el voto significa entender que gane uno u otro candidato los sectores populares siempre perderán. Significa comprender que sólo mediante la lucha y organización se pueden conquistar derechos para los sectores populares e ir allanando el camino hacia la revolución.

10-  El Bloque Proletario sostiene que el camino del pueblo es LUCHANDO Y NO VOTANDO. Que esa es la única forma que históricamente ha servido para alcanzar ciertos derechos y la única vía real de transformación tendiente a buscar una sociedad mejor.

11- El Bloque Proletario considera que no basta con denunciar esta farsa. Sino que la importancia radica en gestar organizaciones y posicionamientos que permitan a los sectores populares construir una alternativa real a las estructuras de poder. Es decir construir otro tipo de sociedad que garantice las necesidades y verdaderas aspiraciones del pueblo.

12- Sin duda alguna el germen de esa nueva sociedad radica en el trabajo y en las variantes organizativas que van gestando los sectores populares más allá de la institucionalidad establecida. Por ello nuestras consignas no son sólo críticas, sino que sintetizan propuestas creativas y vivas acerca de lo que debemos construir. 

La coyuntura electorera debe ser utilizada por los comunistas y revolucionarios para cinco cosas esenciales:

1. Desenmascarar mediante la agitación y propaganda la farsa que constituyen las elecciones burguesas, denunciando su carácter de clase y la convergencia que se da entre el reformismo y la burguesía para vender a las masas esa idea ilusoria de participación. 

2. Desarrollar la línea proletaria de oposición, no sólo a estas elecciones, sino a los procesos electorales en general, mediante un trabajo de educación política en los frentes de masas y organizaciones donde los revolucionarios tengamos influencia.

3. Formar un Frente Anti-electoral que difunda la posición del Voto Nulo y que coordine acciones para neutralizar de alguna manera la influencia de los partidos burgueses y el reformismo.

4. Que el Frente Anti-electora sirva y se constituya como base para levantar la oposición popular al gobierno que gane las próximas elecciones. Es decir aprovechar esta coyuntura para juntar a los sectores revolucionarios honestos y consecuentes e ir impulsando desde ya una política de movilización, resistencia y lucha contra el próximo títere de turno. 

5. Fortalecer las organizaciones populares creando nuevos referentes y espacios de trabajo, organización y acción que de por sí ya establezcan una nueva concepción en los sectores populares y los orienten a la transformación revolucionaria de la sociedad.  

¡Nuestro camino es luchando, no votando!
¡Anula el voto, elige luchar!
¡Por el desarrollo de una nueva corriente revolucionaria en el país!

BLOQUE PROLETARIO DE ECUADOR