Cuando perteneces a una organización y vives su proceso evolutivo hay cosas muy importantes a tomar en cuenta, una de ellas es la confianza que se debe poner en la propia organización, en ella estamos representados y con ella tomamos fuerza y unidad para luchar por las reivindicaciones y derechos más sentidos.
Pero en todo esto, hay algo todavía de mayor importancia, algo que cada miembro o militante debe tenerlo claro, tiene que ver con la conciencia plena que debemos tener sobre la línea política y de dirección que despliega la organización en la que militamos. En la Línea esta condensada la dirección de la ruta que sigue la organización. Si la Línea es acertada la organización avanza con pasos firmes, si la Línea es errónea la organización fracasa. Es decir la Línea es decisiva en determinar el logro de los objetivos que se persiguen. La Línea plasma los intereses y aspiraciones que tenemos como clase social, marca las diferencias precisas con los intereses políticos de las de otras clases y sectores.
Estudiar y comprender la Línea de dirección que persigue la organización nos hace más listos y cada día más conscientes, nos permite repasar a cada instante los objetivos por los que luchamos. Esto es tan esencial para hacer de nuestra práctica y acción una actividad consciente que vaya en dirección de nuestros fines e intereses.
Cuando somos clase proletaria consciente sabemos el rumbo que seguimos, no nos dejamos llevar por los oportunistas caza votos que están detrás de cada lucha social que aparece, no vamos por el camino borreguil de seguir donde hay más bulto, sino que actuamos acorde a principios y esencialmente a la Línea política estratégica de la organización a la que pertenecemos.
En la lucha política (lucha de clases) no debemos ser como esas hierbas que crecen sobre el agua en algún charco o remanso, que deambulan por donde el viento les lleva, cuando sopla al norte van para el norte, cuando sopla al sur van para el sur, es decir, no tienen raíces firmes. Lo mismo pasa cuando la gente está inconsciente, son igual que esas plantas, se dejan llevar por caudillos y politiqueros (expertos que se montan en las luchas para direccionarlas a sus mezquinos intereses), tenemos muchos y patéticos ejemplos: un día los politiqueros dijeron que Lucio era un militar “revolucionario y patriótico” y la gente se dejó embaucar y apoyó a ese gobierno reaccionario, después dijeron que Correa era un buen proyecto de cambio “revolucionario y patriótico” y la gente cayó en esa trampa. Las masas conscientes deben saber que dentro del movimiento popular hay los revisionistas y reformistas que hacen esas cosas muy pensadamente para confundir la línea proletaria, esos grupos son tan cínicos que incluso llegan a decir que Lucio les “traicionó”, que Correa les “traicionó”, que Correa se ha “derechizado”, actúan con una línea burguesa en los hechos, apoyaron a Correa todo el tiempo y ahora se rasgan las vestiduras dizque haciendo “oposición”.
Debemos persistir en tener confianza y seguir una línea de dirección que nos lleve por la senda de una lucha por conquistar el poder popular y no vivir de la fantasía de reformas que el sistema racionaliza y absorbe