MANIFIESTO SOBRE EL 1 DE MAYO 2018 - BLOQUE PROLETARIO BLOQUE PROLETARIO-ECUADOR
Con las mismas manos que trabajamos, lograremos
nuestra emancipación definitiva...
- Hacemos un llamado a la clase trabajadora y a los sectores populares a denunciar, desconocer y combatir al gobierno de Lenin Moreno por ser un representante más de las élites empresariales explotadoras. Su gobierno ha puesto en marcha varias políticas orientadas a precarizar las relaciones laborales. Se flexibiliza la jornada laboral para que los empresarios dispongan de los trabajadores de acuerdo a las necesidades empresariales, distribuyendo las horas a su conveniencia; además que se instauran modalidades de contratación "especial" tanto para jornadas completas como parciales, lo que fomenta formas de empleo temporales vulnerando la estabilidad. Además en algunos sectores la remuneración se realizará de acuerdo "al trabajo efectivo que se realice" y el pago ya no sería necesariamente mensual sino podría ser diario o semanal, atacando nuevamente la estabilidad y sobre explotando de manera más sistemática a los trabajadores. El pago del IESS en algunos sectores será proporcional al trabajo, lo que incrementará el aseguramiento a medio tiempo. Sin duda estas medidas se extenderás a otros sectores productivos para seguir flexibilizando y precarizando las relaciones laborales. El gobierno de Moreno es un enemigo declarado de la clase obrera.
- Es fundamental comprender que este gobierno representa una forma de transición entre el predominio de la burguesía burocrática, que acumuló a través del Estado durante 10 años de correísmo, y el resurgimiento de la burguesía compradora-financiera. Cumple una función de mediación y arbitraje entre estas dos facciones de la clase dominante del país.
- El gobierno de Moreno continuará el proceso intensivo de endeudamiento y entrega de nuestros recursos estratégicos al imperialismo, pero a diferencia del gobierno de Correa que vendió el país al imperialismo chino, éste lo hará al norteamericano y a los organismos financieros multilaterales, ahondando la crisis y descargándola sobre las espaldas de los trabajadores y sus familias.
- Ha sido toda una farsa la supuesta lucha contra la corrupción. Hoy continúan impunes quienes saquearon el IESS y se enriquecieron con los negociados estatales. Muchos siguen siendo parte de este gobierno.
- Casi la mitad de la fuerza de trabajo ecuatoriana se encuentra flotando entre el subempleo y el desempleo. Más de la mitad de ellos son jóvenes que no encuentran una posibilidad de trabajo. La situación es alarmante pues muchos llevan años sin encontrar trabajo. Más del 46% de personas con empleo trabajan en la informalidad. Cómo se puede hablar de derechos de los trabajadores si ni siquiera existe trabajo.
- A pesar de ello, el gobierno, en complicidad con los alcaldes, ejecutan una política de criminalización de los trabajadores ambulantes a lo largo del país. Los comerciantes autónomos son perseguidos y reprimidos cotidianamente de manera salvaje por la cobarde policía metropolitana. En un país semicolonial como el nuestro, con un precario y escaso desarrollo industrial (el PIB industrial no llega ni al 15% del PIB total), donde el Estado y las élites empresariales que dirigen la economía no han asegurado el empleo de la mayoría de la fuerza laboral, se ataca de manera estúpida e incoherente a quienes buscan subsistir por cuenta propia. En Quito hay más de 50 mil vendedores ambulantes, de los cuales sólo se encuentran regularizados 4700. En la capital, el inepto Mauricio Rodas, y el secretario de seguridad, Juan Zapata, son los principales enemigos de los trabajadores autónomos.
- Los trabajadores del campo enfrentan la arremetida de los grandes agro-monopolios locales e imperialistas que concentran la tierra y el agua, explotan su fuerza laboral bajo formas de intercambio desigual y orientan su producción al mercado internacional. Este gobierno consolida la intención de su predecesor de convertir al Ecuador en un país minero; el 15% de nuestro territorio se halla en vías de concesión, fomentando así el saqueo imperialista y la reprimarización de nuestra economía.
- El gobierno de Moreno cuenta con el apoyo no sólo de los partidos de derecha, sino de la vieja, podrida y parasitaria izquierda reformista, quienes en unos casos lo apoyan de manera abierta y directa y en otro lo hacen "críticamente". Estos sectores que han cabalgado sobre las masas populares yendo a la cola de los gobiernos de turno, hoy apoyan a la nueva ficha de los empresarios y el imperialismo. El movimiento obrero y los sectores populares deben depurarse y expulsar de sus filas a las caducas dirigencias sindicales y gremiales, cortar de raíz cualquier influencia de los partidos de la izquierda tradicional, y enfrentar a todos estos individuos y grupos que viven traficando con la lucha del pueblo.
- La clase trabajadora no se deja sorprender de los discursillos de paz social y democracia, pues vive día a día la represión, humillación, explotación y opresión por parte del Estado y las élites dominantes. No hay paz, no hubo paz y no habrá paz en un país como el nuestro, donde la policía municipal agrede violentamente a los vendedores ambulantes; donde los campesinos son expulsados de sus tierras por las corporaciones imperialistas y los militares; donde los obreros viven las humillaciones, malos tratos y explotación en su lugar de trabajo; donde gran parte del país no tiene ni siquiera garantizada la subsistencia.
- El Bloque Proletario hace un llamado a todos los trabajadores del país a recuperar su independencia política de clase. A combatir al gobierno actual, pero también a todos los partidos politiqueros de izquierda o derecha que infiltran las filas proletarias para entorpecer y retrasar su lucha, asimilándolas a los intereses de burgueses e imperialistas. Los Moreno, Correa, Nebot, Tibán, Noboa, Lasso son parte de lo mismo. La única forma de romper el tutelaje burgués es generando organizaciones propias que respondan a los intereses de los trabajadores, pero no sólo en términos económicos sino políticos. Nuestra lucha no puede ser estrictamente económico-reivindicativa (salarial, contrataciones colectivas) ya que ello depende siempre de decisiones políticas. La clase obrera debe romper con las formas institucionales que buscan controlarla y subordinarla, ya no puede seguir confiando en gobernantes corruptos, en las elecciones o en los partidos caducos o reencauchados; es momento de confiar en nuestra propia fuerza. Nuestra política consiste en elevar la conciencia de clase de los trabajadores y su lucha directa contra la raíz de todos los problemas: el sistema capitalista imperialista.
- La revolución proletaria está más vigente que nunca. El capitalismo después de cerca de 300 años no ha podido solucionar las reivindicaciones más fundamentales de la mayoría de la población y se sigue manteniendo en base a las guerras, la alienación, la explotación y la violencia. Sólo la clase trabajadora puede construir una sociedad distinta, donde quienes crean, producen y generan la riqueza de una sociedad puedan disfrutarla.
-Es clave unificar las luchas de los obreros, los vendedores ambulantes, los campesinos, los estudiantes, las mujeres, y todos los sectores oprimidos por el sistema actual en un gran frente de lucha no sólo contra el gobierno actual sino contra las élites económicas y políticas que detentan el poder en el país.
- El Bloque Proletario consolida cada vez más la nueva corriente revolucionaria en el Ecuador. El pueblo conoce sólo un camino para emanciparse y ese es la lucha.
¡Contra las políticas de flexibilización laboral y la línea pro empresarial de Lenin Moreno!
¡Por la defensa del libre derecho al trabajo para los vendedores ambulantes y trabajadores callejeros!
¡Contra el desempleo que afecta a cientos de miles de jóvenes y adultos!
¡Abajo Moreno, pero abajo también Correa, abajo Nebot y Lasso pero abajo también la izquierda tradicional y la burocracia sindical!
¡Por la vigencia de la revolución proletaria!
¡Nuestro camino es luchando, no votando!
BLOQUE PROLETARIO DE ECUADOR