REFLEXIONES SOBRE LA LUCHA CONTRA LA MEGAMINERÍA
IMPERIALISTA EN ECUADOR
Algunos puntos importantes en cuanto a la
resistencia anti-minera si queremos que sirva para la lucha antimperialista
1.
CON MORENO CONTINÚA
EL AVANCE DE LA MEGAMINERÍA EN ECUADOR
El gobierno de Alianza País, desde el
2007 hasta la actualidad, se ha caracterizado por ser uno de los más serviles
al imperialismo, chino especialmente, creando las mejores condiciones para la
penetración y el saqueo del capital transnacional, entregándole territorio,
aumentando el endeudamiento, con lo que se posibilita la presión y control
sobre nuestro país, profundizado la semicolonialidad, y claro, recibiendo una
buena compensación por estos servicios, al punto de convertirse en los nuevos
ricos del país.
Alineados con las necesidades e
intereses del capital transnacional, la burguesía burocrática con el gobierno
de Alianza País, no han dudado en poner a las órdenes de los planes del saqueo
corporativo toda la estructura institucional, legislativa, jurídica, a la
fuerza pública, la infraestructura y servicios, los medios de comunicación, es
decir, han cumplido a satisfacción su papel de peones del imperialismo y sus
socios nacionales.
Esto es evidente en el tema del impulso
que se ha dado a la industria extractiva de la minería, donde desde el inicio
el gobierno mostró de qué lado está cuando reprimió las movilizaciones
convocadas por la Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la
Soberanía CNDVS, que se dieron en el 2007, a pocos meses de la posesión de la
primera presidencia de Rafael Correa, iniciando un proceso de criminalización y
persecución de la protesta social sin precedentes en Ecuador.
A la par con ello, impusieron con la
Constitución del 2008 restricciones a la decisión sobre los denominados
sectores estratégicos, desacataron el Mandato Minero, reformaron la ley de
minería al antojo de las empresas, determinaron como de “interés nacional” el
desarrollo de cinco megaproyectos: Mirador, Fruta del Norte, Pananza-San
Carlos, Río Blanco y Quimsacocha (Loma Larga); aceleraron los trámites para los
licenciamientos ambientales, dejando en la impunidad la violación a derechos
que implicó la entrega de concesiones mineras sin Consulta Previa, entre otras.
Es importante recordar que esto sucedió
mientras el actual presidente Lenin Moreno era Vicepresidente de Correa, y
durante todo este tiempo en que se mantuvo como funcionario del régimen, es
decir, recordar que se trata del mismo gobierno que desde el 2007 viene
impulsando los megaproyectos de minería, imponiéndolos con el uso de la
violencia, criminalizando la protesta, militarizando las zonas de conflicto,
poniendo al ejército y a la policía al servicio de las transnacionales,
decretando estados de excepción para permitir el ingreso de las empresas en los
territorios, y violando elementales derechos democráticos.
Es el mismo gobierno que en 2015 creó un
ministerio para las mineras, encargado de defender a capa y espada la
penetración del capital extranjero, especialmente chino, en este sector.
Empeñado en una lacayuna campaña internacional para ofertar el país al mejor
postor, y vía subasta poner el territorio nacional en manos de los saqueadores
de minerales. Ministerio que además funge de tramitador, abogado, portavoz,
publicista, limpiabotas de las compañías mineras.
Es el mismo gobierno, más allá del
sainete de la supuesta pelea entre Moreno y Correa, que ratificó como ministros
a Javier Córdova, rastrero vendepatria premiado por los excelentes servicios
que está prestando a las mineras.
Y es así como Lenin Moreno ratificó a su
vez la continuidad de la política minera, que es algo lógico ya que se trata
del mismo gobierno pro-imperialista de Alianza País, que llegó en el 2007 ha
oxigenar el dominio de la burguesía tradicional y fortalecer a la burguesía
burocrática.
Sin embargo, dada la baja popularidad
con la que terminó Correa, y la “ganancia” tan cuestionada en las últimas
elecciones presidenciales, Alianza País ha optado por una nueva careta, de
supuesta apertura, de “estilo distinto”, de llamado a “diálogo”. Y para este
juego se prestan en seguida todos los sectores reaccionarios y reformistas, en
especial estos últimos a los que les tienen amansados con las migajas por las
que tanto viven clamando.
La supuesta pugna entre correítas y
partidarios de Moreno sirve de cortina de humo mientras se sigue entregando
territorio nacional a las corporaciones mineras y se avanza con los proyectos
determinados por el gobierno como “estratégicos”.
El 29 de mayo, es decir, a 5 días de
posesionado Moreno, INV Metals anunció el acuerdo con el gobierno para la firma
del contrato de explotación en Quimsacocha (proyecto Loma Larga, Cuenca, Azuay),
y se encuentra trabajando con gran cantidad de personal hasta los fines de
semana, en el sector del nacimiento del río Irquis.
El 10 de agosto, el ministerio de las
mineras en Ecuador, anunció la entrega de 237 nuevas concesiones como resultado
de la lacayuna campaña internacional para ofertar más territorio nacional a
empresa mineras; 237 nuevas concesiones que se han dado sin que los habitantes
de esas zonas hayan sido informados ni consultados. Y hay 671 más en trámite.
En el caso del megaproyecto Río Blanco,
también localizado en Azuay, en días anteriores se aprobó el Estudio de Impacto
Ambiental para la Fase de Beneficio, con lo que han completado la jugada en el
ministerio de ambiente, en tanto que SENAGUA sigue santificando la actuación de
la empresa con sus informes favorables sobre monitoreos de agua a cargo de la
propia empresa china Ecuagoldmining (Junefield), que cómo es lógico dicen que
todo se cumple de acuerdo al “plan de manejo” aprobado. Y más claro no puede
haber dejado su posición el gobierno cuando la semana pasada el mismo Javier
Córdova estuvo en Cuenca para firmar contratos de trabajo para este proyecto,
porque como ya dijimos anteriormente este ministro hace todo tipo de trabajo
para las compañías mineras, desde publicista hasta guachimán.
En Zamora Chinchipe adelantan las obras
de construcción de la mina, o mejor dicho, de destrucción en Mirador, donde la
corporación china Tongling Non Ferrous Metal está dejando una secuela de
destrucción y contaminación, mientras se despliega toda una campaña mediática a
favor del megaproyecto Fruta del Norte de la compañía canadiense Lunding
Gold.
En Morona Santiago la fuerza pública
sigue resguardando el campamento de Tongling en la zona del proyecto
Pananza-San Carlos, e incluso se han cerrado el paso en las carreteras
públicas, impidiendo el tránsito a los moradores de las comunidades campesinas
y shuar de la zona, todo para mantener tranquilos y contentos a sus amos
chinos.
Y para completar toda esta política
entreguista y servil al imperialismo, ya está hablando el ministro de comercio
exterior Pablo Campana de un tratado de “libre comercio” con China similar al
que firmaron con la Unión Europea, para satisfacer el apetito que esa gran
potencia tiene de nuestro recursos, sobre todo minerales, y que con tanto
placer ha confirmado Campana en declaraciones durante su visita a China.
En estas condiciones, algunos sectores
de politiqueros, aún tienen la desfachatez de decir que hay que buscar un
“diálogo” con el gobierno, ¿diálogo sobre decisiones tomadas?, ¿sobre hechos
consumados?, incluso plantean pedir que se incluya en la consulta planteada por
Moreno una pregunta sobre la minería, en especial en el caso de Azuay, en donde
las inoperantes autoridades locales no saben cómo justificar su complicidad en
el avance de la megaminería.
El gobierno de Moreno por tanto no es
más que la continuación del nefasto gobierno de Alianza País que comenzó en el
2007, y frente al cual lo único digno es continuar la lucha.
2. ENSEÑANZAS
DE LA RESISTENCIA CONTRA EL IMPERIALISMO MINERO A CERCA DEL CARÁCTER DE ESTA LUCHA
La lucha contra el
imperialismo minero en Ecuador tiene una larga historia[1] que ha dejado varias
enseñanzas valiosas.
Entre
el 2006 y 2012 el movimiento anti-minero involucró organizaciones populares,
comunidades y poblados cercanos a los proyectos que no estaban dirigidos ni
cooptados por partidos politiqueros ni oenegés. Mucha de esta acción y esfuerzo
sirvió para detener por largos años los mega proyectos mineros.
La
problemática minera hasta antes del 2006 no fue tomada en cuenta por los
politiqueros. Sólo unas que otras ongs venían haciendo del tema minero un buen
pretexto para captar dineros con el justificativo de “apoyo” a comunidades
afectadas. Su accionar, como es lógico, nunca rebasó los estrechos intereses
onegeistas.
Costó
mucho sacrifico a pequeñas organizaciones de base y comunitarias -un importante
papel cumplió como la Coordinadora Campesina Popular CCP- visibilizar ante la
opinión nacional la intromisión imperialista que se había apropiado de miles y
miles de hectáreas bajo la figura jurídica de concesiones mineras, anulando los
derechos de campesinos, indígenas y pobladores de los territorios
concesionados, sobretodo en Morona Santiago donde surgió la CCP, y logró
impulsar un movimiento que paralizó las actividades de minería en toda la
provincia en el 2006, que se extendió hasta el megaproyecto Mirador en Zamora
Chinchipe.
La
lucha valerosa de organizaciones y sectores afectados se concretaría en la Coordinadora
Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía CNDVS (2007), y con ella se
llevaron adelante las movilizaciones más contundentes que sirvieron para visibilizar
la resistencia contra la minería y detener por varios años el avance de los
megaproyectos. Fue el único movimiento social activo que realizó acciones de
protesta contra del gobierno de Alianza País desde el inicio mismo del régimen
de Correa, mientras todos los sectores tradicionales llamada “izquierda” le
daban su apoyo incondicional.
La
CNDVS mientras existió cumplió un papel trascendental cubriendo la necesidad de
un frente popular amplio para enfrentar los intereses mineros imperialistas, movilizando
poblacional rural y urbana de zonas impactadas por los megaproyectos, en
especial de aquellos declarados por el gobierno como “estratégicos”.
La
lucha que llevó adelante la CNDVS desde el 2007, y que pudo unir organizaciones
y comunidades de Oriente, Sierra y hasta de la Costa, sufrió una brutal
represión por parte del estado y gobierno reaccionario de Alianza País, con una
política represiva, de persecución y criminalización contra sus dirigentes y
organizaciones. Decenas de mujeres y hombres luchadores de la CNDVS que participaban
activamente en las luchas en el campo y la ciudad fueron encarcelados,
golpeados, enjuiciados bajo tipos penales como sabotaje y terrorismo, y fueron
blanco de distintos actos de violencia estatal y gubernamental.
Además
la CNDVS no sólo tuvo que enfrentar al gobierno de Correa en su época de mayor
apogeo, sino también la arremetida de los oportunistas partidos de la llamada
“izquierda”, y de oenegés, que hicieron todo lo posible por cooptar este nuevo
movimiento con el objetivo de refrescar su decadente imagen, los primeros en
busca de votos para conseguir o mantenerse dentro del Estado burgués, y los
segundos para continuar captando el dinero de la “cooperación internacional”.
De esto haremos un mayor señalamiento más adelante.
La
experiencia de lucha que desarrolló la CNDVS fue una escuela política de
enormes enseñanzas para algunas organizaciones populares, pese a las limitaciones
organizativas e ideológicas, propias de un amplio y, en su mayoría, espontáneo
movimiento.
Organizaciones
que fueron parte de CNDVS, o que surgieron en el marco de esos años de lucha,
continuaron en la resistencia a la minería, deslindando siempre campos con los
politiqueros oportunistas busca votos y los afanes manipuladores de las oenegés,
desarrollando una labor de concientización y movilización sin mezquinos fines
electorales o comerciales, con una línea proletaria, antimperilista,
anticapitalista, antipatriarcal y antireformista.
Ese
proceso llevó en años posteriores a la unificación de las luchas de distintos
sectores populares por sus reivindicaciones, y organizaciones de áreas urbanas
y rurales confluyeron en el BLOQUE PROLETARIO (BP) a partir del 2015. La
Coordinadora Campesina Popular CCP, ha sido una de las organizaciones
impulsoras de la creación de este espacio de unidad porque comprende que la
lucha contra el saqueo minero tiene que ser parte de la lucha general del pueblo
contra la dominación imperialista.
Varias
han sido las acciones que el BP ha desarrollado para denunciar y oponerse a la
megaminería imperialista en el país, especialmente del capital chino, como la
protesta frente a la embajada de China el 14 de julio de 2015, el Tribunal
Popular contra la invasión minera imperialista realizado en Cuenca el 2 de
septiembre del 2016 y la protesta frente a la Asamblea para rechazar la
presencia en Ecuador de Xi Jinping, representante de los imperialistas chinos,
entre muchas otras acciones regionales.
La
oposición a los megaproyectos de minería, así como a todo tipo de saqueo
imperialista, es parte de la plataforma de lucha del BP, siempre bajo los
principios de que el pueblo es el artífice de su propia liberación, independencia
de clase y autogestión.
El
BP, y las organizaciones que los conforman, no buscan votos, al contrario, en
el último proceso electoral, y por primera vez en Ecuador, desarrolló una
campaña en contra de la farsa de las elecciones burguesa y la dictadura de la
burguesía que esconde la democracia burguesa.
El
BP no recibe presupuestos de ninguna institución, organización o personas,
realiza un enorme esfuerzo en trabajos de autogestión para desarrollar sus
actividades y así defiende como uno de sus principios fundamentales la
independencia para tomar decisiones y actuar sólo por los intereses de las
clases oprimidas.
En
esta misma línea proletaria surgió en este año el Frente Ecológico Natura
Insurrecta, que concentra su definición política-ideológica y filosófica en su
consigna “¡No somos defensores de la Naturaleza, somos la Naturaleza
defendiéndose!”.
Tanto
el BP como Natura Insurrecta comprenden que llevar una línea de clase, implica
no sólo ver el problema general de la intromisión imperialista minera, sino también
tener claro que las comunidades no son un todo sin contradicciones de clase, y
que al interior de las propias comunidades las corporaciones imperialistas
encuentran sus aliados en el terreno, estos son los pro-mineros, autoridades,
individuos o grupos que defienden a rajatabla a las compañías por las migajas
que reciben.
En
las comunidades rurales por lo general son la gente enseñada al
asistencialismo, y por las pequeñeces que reciben de las empresas y del
gobierno, se vuelven enemigos acérrimos de quienes se oponen a la minería. Esta
gente se mueve sólo por sus mezquinos intereses y cuando las empresas no les
“cumplen los ofrecimientos” hasta llegan a ponerse “en contra”, sobre todo si
encuentran más ventajoso pasar al papel de víctimas, especialmente si están
aupados por los oportunistas electoreros y oenegés.
3. EL OPORTUNISMO ELECTORERO Y LA
OENEGIZACIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO MINERO
Los
politiqueros de toda laya y las oenegés son una expresión política del
reformismo y por tanto un verdadero cáncer para lucha popular revolucionaria.
Las unas (por más progresistas que se autodefinan) se enquistan en comunidades
y organizaciones para sus fines mercantilistas, es decir, para justificar el
dinero que reciben vía “cooperación internacional”; y los otros que hacen
carrera en los puestos del Estado reaccionario burgués con mega sueldos y vida
parasitaria.
Tanto
las ongs como los politiqueros, en el discurso, buscan la justicia dentro de
los linderos del capitalismo, ofrecen eliminar la pobreza, las desigualdades,
la crisis ambiental, pero bajo las reglas de la democracia burguesa. Las unas y
los otros actúan bajo el slogan reformista de “carcomer desde dentro”, es decir,
venden la ilusión de que se puede cambiar las cosas sin eliminar de raíz el sistema
capitalista-imperialista.
Las
ongs cumplen el papel de detener, desviar, y dividir las organizaciones y
movimientos autónomos que reclaman sus reivindicaciones. Su función es cooptar,
controlar e institucionalizar las luchas, para que no trasciendan el marco del
sistema capitalista-imperialista, y eso les reporta suculentos presupuestos con
los que se sostiene un enorme aparato de “activistas” a sueldo,
administradores, técnicos, consultores, consejeros, etc.
Por
ello siempre las oenegés se oponen a que organizaciones populares con una línea
revolucionaria dirijan las luchas, y rechazan todo lo que huele a línea de
clase proletaria, eso no es compatible con su negocio y su función política de
sostenedoras del sistema.
A
través de los recursos que manejan por los presupuestos que captan,
invisibilizan a organizaciones y movimientos que son contrarios a sus intereses.
Por el contrario levantan perfiles de organizaciones e individuos que les
sirven para sus fines.
La
ongs tienen como uno de sus mejores y mayores aliados a los politiqueros
con sus distintos matices, unos
autodenominados de izquierda, otros de centro y otros de derecha, y de igual
manera los politiqueros siempre “unen fuerzas” con las ongs, y no es raro que
transiten de un espacio a otro según sus conveniencias.
Los
politiqueros, por su parte, se valen de los conflictos y reivindicaciones
populares para escalar a los puestos y allí meterse buen billete. Nunca hacen
nada que beneficie a las clases populares, viven del engaño y la mentira, al
final sirviendo a la burguesía, y haciendo con ello “prestigiosas” carreras con
las que acumulan dinero, propiedades, y encima son tan descarados que dicen que
están en la política “por servir al pueblo”, cuando lo que hacen es servirse
del pueblo.
Los
politiqueros de partidos y movimientos que se hacen llamar de izquierda en
Ecuador son el reformismo al servicio de la burguesía. Le quieren hacer creer a
la gente que ellos llegando a una junta parroquial, a una alcaldía, a una
prefectura a una diputación, o llegando a la presidencia, desde allí harán las
“reformas” necesaria para cambiar las cosas. Con esto dividen y engañan a la
gente.
Los
politiqueros son los bomberos de la lucha ambiental y social. Cuando el pueblo
se ha levantado contra la opresión salen rápido a apagar la huelga, el paro, la
movilización, son campeones para negociar a nombre de la gente, y con ayuda de
los medios de comunicación, se han transformado en “héroes”, expertos en la
venta de espectáculos decadentes para mantenerse en el top del show politiquero.
Los
politiqueros no quieren que el pueblo se eduque, se organice y se levante en
lucha autónoma e independientemente. No les conviene, quieren masas
domesticadas, por eso siempre repiten cosas como estas: “nosotros somos las
autoridades… nosotros ya estamos buscando las mejores soluciones… ya hemos conversado
con el ministro… ya hemos invitado al presidente… ya estamos haciendo las
demandas… cuidado nada de radicalismo… eso desprestigia el movimiento…”, y
cosas por el estilo.
En
el tema minero los politiqueros han usado esta lucha como plataforma para ser
electos en distintas instancias de gobierno. Desde los cargos han llevado un
sainete de oposición a la minería que no ha servido para nada más que para que
se llenen los bolsillos.
Siempre
están atentos donde revienta una protesta y corren para tratar de hacerse
amigos de algunos dirigentes o masas, les ofrecen el oro y el moro con tal que
se afilien o apeguen a su partido politiquero. O llegan para hacer “caridad” a
los pobres. Su práctica es totalmente oportunista, ya que no hacen trabajo,
sino buscan como hacerse de la mesa servida, el burocratismo es su esencia,
pero el poder dentro del Estado les da agallas para manipular y así perpetuarse
en sus cargos.
En el caso del conflicto minero, tanto
los politiqueros como las ongs se han beneficiado. Los unos han ganado espacios
en el Estado burgués desde juntas parroquiales, alcaldías, prefecturas, hasta
curules en la asamblea, y eso les ha significado riqueza, estatus, vida
parásita, mientras los megaproyectos han seguido avanzando. El más crudo
ejemplo: Zamora Chinchipe donde Pachakutik ha tenido por más de una década la
prefectura, alcaldías, asambleístas, juntas parroquiales, y sin embargo hay dos
megaproyectos allí avanzando a pasos agigantados. En Mirador ya mismo se
termina de construir la infraestructura de la mina, y en Fruta del Norte ya se
firmó el contrato para la explotación. Y no sólo es la megaminería, esa pobre
provincia está devastada por la dicha “mediana” y “pequeña” minería, que
destroza los ríos y los bosques, mientras su prefecto se jacta de ser el “héroe
antiminero”.
Y lo que hace la politiquería en Azuay
también muestra el oportunismo de los que aspiran, por esa vía, hacer una
lucrativa carrera dentro del Estado burgués, es más, muestra que incluso
sectores reaccionarios pueden llegar a tener un discurso “radical” de
antimineros, si eso se traduce en votos.
Ahora mismo, como la campaña para los
gobiernos locales ya está a las puertas, todos se esfuerzan por aparecer
defensores del agua, hasta politiqueros de CREO, cuando justamente es el
capital financiero internacional el mayor beneficiario de la explotación del
oro. Pero, como en politiquería todo es posible, vemos a los politiqueros que
hoy están de “autoridades”, incluso algunos de la Alianza País, lanzando
encendidos discursos, haciendo declaraciones inútiles y propuestas fuera de foco,
pero en tantos años, no han sido capaces de hacer algo útil para detener el
avance de los megaproyectos en esta provincia. En la práctica, el discurso
antiminero y de “defensores del agua”, sólo sirve para esconder su complicidad
en la imposición de la megaminería imperialista.
Y cuántos viajes, giras, encuentros,
estudios, publicaciones, rituales, consultorías, han justificado las oenegés
por la “defensa” de las comunidades afectadas, y más con la cantaleta de los
pueblos indígenas, con los que captan los dineros de los financistas
internacionales que les permiten tener empleos bien remunerados y
reconocimiento de su clientela a la que le hacen chorrear la “ayuda
humanitaria”.
El resultado del accionar de los
politiqueros y las oenegés debilitó el movimiento contra la invasión minera
imperialista, lo desvió y lo estancó en el fango de institucional de la
democracia burguesa.
4. POSICIÓN DEL BLOQUE PROLETARIO
El BP reafirma que la lucha en contra de
la destrucción de la Naturaleza es parte de la lucha general por la liberación
nacional y contra el capitalismo-imperialismo que ha causado una debacle
ecológica sin precedentes.
En ese marco las luchas de resistencia
contra cualquier agresión imperialista, como es el caso de la megaminería, debe
servir para fortalecer el movimiento popular anticapitalista, antimperialista, antipatriarcal,
antireformista, y no a los intereses de los sostenedores del sistema como son
todos los gobiernos vendepatria, politiqueros busca votos de cualquier laya, o
los oenegés que hacen su negocio.
La lucha por la defensa de la Naturaleza
debe ayudar a comprender el carácter semicolonial de nuestro país y la
necesidad de terminar con el sometimiento al imperialismo y a la burguesía
nacional que es su aliada, y es en esa línea que caminará siempre el BP y sus
organizaciones, comprendiendo que la lucha contra el saqueo y destrucción
minera no es sólo una cuestión de tal o cual comunidad aledaña a un proyecto,
sino una lucha antimperialista dentro de los objetivos globales de enfrentar el
sistema capitalista-imperialista.
De igual manera la lucha contra el
imperialismo implica la lucha contra quienes son parte del saqueo y la
destrucción al interior del país, es decir, los gobiernos pro-imperialistas
como el de Alianza País hoy encabezado por Lenin Moreno y a todos los que le
hacen el juego corriendo a sus llamados de “diálogo” y que, cuando ya no les
satisfaga la tajada que van a recibir, saldrán con la cantaleta de la
“traición” y se convertirán en sus opositores, igual que hicieron con Correa.
La lucha contra el capitalismo-imperialismo
no puede estar desligada de la lucha contra el reformismo, ya que este es otra
cara de la burguesía que confunde a las masas. El BP en todo momento denunciará
y desenmascarará el accionar de los reformistas en sus diferentes
manifestaciones, para esclarecer la diferencia de los objetivos que persiguen
politiqueros y oenegés, con los de las organizaciones populares con una línea
proletaria.
El BP seguirá movilizándose, realizando
acciones en distintos ámbitos para oponerse al saqueo imperialista, no sólo en
la minería, sino en todo lo que signifique agresión a la Naturaleza y
profundización de la semicolonialidad. Continuará en sus tareas de
concientización permanentemente con diversas actividades y sobre todo con Escuelas
de Política y Ecología como espacios para la reflexión y comprensión desde la
línea proletaria de la crisis ambiental a la que ha llevado el
capitalismo-imperialismo.
El BLOQUE PROLETARIO, y todas las
organizaciones que lo conforman, hacen un llamado a toda mujer y hombre
progresista, antimperialista, anticapitalista, que se indigne contra toda forma
de agresión contra la Naturaleza, a sumarse a esta nueva corriente revolucionaria
que está marcando un camino de lucha honesta y consecuente en Ecuador, con la
vitalidad de una verdadera línea de clase, a 100 años de la Revolución de
Octubre, una de las mayores gestas históricas del Proletariado mundial por
construir un sistema donde primen los intereses y las necesidades de las
grandes mayorías y del Planeta.
11 de septiembre
de 2017
¡Por
el desarrollo de una nueva corriente revolucionaria en el Ecuador!
BLOQUE PROLETARIO
DE ECUADOR
[1] No se hará una revisión y análisis exhaustivo de la
historia de la resistencia a la minería en Ecuador. Sólo se mencionarán algunos
momentos que son de interés para el presente escrito.