La Minga: trabajo socialista solidario y comida
soberana
CCP
realizó la siembra de maíz
La
Coordinadora Campesina Popular y compañeros de la Acli, realizaron la última
siembra de maíz para cerrar el año. En
el sector La Esperanza fue la cita solidaria donde los compañeros
llegaron con sus machetes bien afilados, sus tongas y sobre todo con los ánimos
a tope. Todos conscientes a sabiendas que las tareas de las mingas para el
campesinado revolucionario es el llamado de unidad, comunitarismo, educación,
defensa y lucha.
En plena minga desbrozando la luzara |
Pese a
ello la vida del mediano y pequeño campesino aún se desenvuelve en las siembras
y las tradiciones agrícolas y culturales. La producción campesina es todavía vital para la alimentación de sus
propias familias y de los sectores populares. El maíz es el grano preciado, de él vive la gente,
animales, aves y hasta cantidad de insectos. En el fogón campesino hay una variada cultura culinaria, desde
sopas con maíz pelado y triturado, hasta las deliciosas tortillas que se
tuestan sobre un tiesto caliente, desde
los chachis que nos dan energía, hasta las humitas con guayusa o café que nos
reconfortan en desayunos o meriendas; como no el mote, como no la chicha.
Con el
maíz aparece nuestra historia, nuestra lucha por adaptarnos a nuevos
ecosistemas, desde la sierra nuestros padres y abuelos vinieron cargados de
cultura y conocimientos sobre el maíz, somos gente de maíz, por eso hoy
defender este granito es una forma de resistencia contra los monopolistas y
envenenadores de los cultivos, contra
los asesinos capitalistas de las tradiciones y la comida sana.
Manuel
Peláez, que es minguero de la CCP, en medio del mágico sonido de insectos de la
luzara dijo: “para nosotros hacer la minga es compartir con los compañeros, en
ella están recuerdos y esperanzas, venimos aquí con los machetes y los ganchos…
si el machete para nosotros en una valiosa herramienta, sobre todo el machete
significa un símbolo de la lucha del campesinado. Con el gancho nos ayudamos para
que la técnica del macheteo se más pulida, nos ayuda para agarra lo que debemos
cortar, limpiar o también para defendernos hasta de una serpiente.”
El
compañero Jorge Ramón explica que: “…la minga viene desde nuestros abuelitos,
desde tiempos inmemoriales, incluso antes se hacían más seguidas, había más
compromiso, se trabajaba duro, se traída bastante comida y se tomaba mucha
chicha. Eso estamos ahora haciendo, gracias a la organización campesina hemos
recuperado eso que es parte de nosotros. Porque somos gente de trabajo, somos
gente dura, aquí estamos sembrando y eso es un orgullo, no comprando la
chatarra que nos traen y los pollos de incubadora que son basura. Con el
maicito nos reconocemos como gente de compromiso y de lucha.”
La compañera
Teresa Salinas, que no se queda atrás en el trabajo del desmonte de la luzara,
dijo: “Fuu la minguita hacemos desde siempre, este tiempo no más los
politiqueros y autoridades quieren destruir minga ofreciendo contratos en los
trabajos, ofreciendo pequeñeces para comprar la conciencia a la gente, eso destruye
el trabajo comunitario. Mire como el gobierno del Correa da bonos para hacer
que la gente no trabaje, son bonos que funciona como la pastilla química que son
calmante para esconder la enfermedad, nada más. En cambio, nosotros con las
mingas, con el trabajo y la organización
campesina sobrellevamos la vida, con nuestro esfuerzo propio, no necesitamos de
los tecnicullos del Magap y los Agrocalidad que con sus manitos de princesas no
saben lo que es coger un machete, un pico o sostener una soga de una vaca. Ahora
las juventudes son debiluchos, mire en las mingas hasta un buen puro nos
tomamos, ahora las juventudes ni para eso valen….jajajaja…. les tiene atontados
con los celulares y la televisión.”
También
vemos llegar al lugar de la minga al dirigente Fernando Mejía junto al presidente
de la Acli en compañero Benigno Chacón, ellos están arribando desde otra región
para estar presentes. En unas breves notas el primero nos describió sobre
algunas inquietudes que tenemos en cuanto a la forma del sembrado de maíz:
Chupando caña agria para la sed |
Compartiendo la tonga |
Casi a la
una de la tarde los mingueros se llaman unos a otros para hacer una parada, es
hora de abrir las tongas, es hora de comer el almuerzo. Bajo un frondoso
matapalo y junto a unas plantas de guineo se prepara la mesa, de las tongas
salen sabores y colores. Pronto las diversas comidas sobre hojas de bijao parecen
una obra de arte. Hay papachina, mote, quesillo, plátano maduro, yuca, hay también
carne seca humeada de res, hay presas de gallina criolla, y claro el infaltable
cuy asado. Para beber los compañeros han traído guarapo le agregan unos limones
y todo queda perfecto. Es una mesa auténticamente campesina; hablan de todo, se
ríen, de rato en rato dedican palabras de grueso calibre contra el gobierno y
sus políticas populistas que sirven al sistema.
Un grupo de mingueros con sus machetes |
A la cinco
de la tarde ha terminado la jornada, son casi dos cuadras de siembra que están
terminadas, es hora de regresar a las casas, brindan el último conzhito de una
botella de puro de caña que les ha acompañado todo el día. Hay compañerismo y
risas a veces muy escandalosas que
delatan gran optimismo y deseos que habrá muchas humas, tortillas y mote ya muy pronto. Bulliciosamente van por
el camino de retorno con el machete en mano, van llenos de esperanza, saben que
una siembra es algo casi sagrado, saben que quedó una semilla sobre tierra, que
mañana algo brotará necesariamente. Así
como la explotación terminará cuando el pueblo se organice, cuando los
trabajadores del campo y la ciudad hagan una gran minga roja y se atrevan a tomar
el poder; eso será algo que hará temblar a las burguesías e imperialistas, será
la minga que hará nacer una nueva vida.