martes, 12 de octubre de 2010

Publicamos la Declaración del Movimiento Vientos del Pueblo

Posición del Movimiento Vientos del Pueblo sobre los hechos del pasado 30 de septiembre

"GOLPE DE ESTADO": FARSA GOBIERNISTA

Ante los hechos acontecidos en el Ecuador el pasado 30 de septiembre, el Movimiento Vientos del Pueblo señala que nuestro pueblo no podía tomar posición por ninguna de las dos partes involucradas, que en ellas no se encontraban, ni se encuentran expresados los intereses de trabajadores, campesinos y estudiantes. Que el pueblo no podía aprovechar esa coyuntura política de disputa interburguesa a su favor dado que no posee aún una organización revolucionaria capaz de guiar esa lucha, ni las masas han alcanzado el grado de conciencia y organización necesarios para movilizarse por sus intereses estratégicos.

Ante los hechos:

1. El levantamiento policial del pasado 30 de septiembre no fue un Golpe de Estado. Fue una reivindicación sectorial de la policía expresada como sublevación e influenciada por grupos políticos como el Partido Sociedad Patriótica (PSP) que, aprovechando la coyuntura legal, buscaron desestabilizar y confrontar con el gobierno. Es decir fue una protesta enmarcada en una reivindicación por el descontento que genera la Ley de Servicio Público, hecho aprovechado indudablemente desde sectores políticos y económicos contrarios al gobierno y el mismo gobierno.2. No hubo un intento de Golpe de Estado. Ello fue una farsa maquinada y difundida por los medios de comunicación públicos y radios "independientes" como La Luna, que son parte del gobierno. Para que se dé un verdadero Golpe de Estado es necesario que exista una voluntad de derrocamiento y un nivel de fuerza para hacerlo por parte de los grupos interesados, en este caso de la Policía, PSP y los grupos que éstos representan. Debe quedar claro que la policía no es una institución que por sus características pueda dar un golpe de Estado, a diferencia de los militares. Las cúpulas policiales y militares nunca manifestaron un afán de derrocar a Correa, sino que exigían la revisión de las regulaciones laborales, de tal manera que pocas horas después del "secuestro presidencial", el Jefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas ya había manifestado su irrestricto apoyo a Correa. Es fundamental comprender que para que en un país como el nuestro (con características económicas y políticas determinadas) se desarrolle un Golpe de Estado, esto debe ocurrir con el apoyo de las fuerzas armadas y bajo el amparo de los países imperialistas.

3. Existió un intento premeditado del gobierno de agrandar el problema y llevar al imaginario colectivo la idea del Golpe de Estado. Correa acudió al lugar del conflicto no para negociar ni solucionar el problema, sino para agrandarlo más, fue con una actitud provocadora para exacerbar los ánimos. ¿Con qué fin? Precisamente para darle otra matiz al levantamiento de la policía y que ello no parezca una simple protesta, sino un intento conspirativo. El accionar de Correa y el gobierno fue premeditado y estuvo enfocado en aprovechar este momento para salir favorecido políticamente, sin importar los hechos de sangre y las consecuencias que acarreó ello.

4. Correa no estuvo secuestrado, siempre tuvo el control de la situación y no se encontró en una posición de desventaja manifiesta, a tal punto que mantenía llamadas telefónicas con sus más cercanos colaboradores, recibía a varios ministros de estado y concedía entrevistas a medios internacionales. Siempre estuvo comunicado y el gobierno invariablemente controló la situación a nivel militar e informativo, a tal punto que en horas de la tarde, las fuerzas militares sólo esperaban la orden del "secuestrado" para ir a "rescatarlo".

Ante las reacciones:

1. Es repudiable la actitud aprovechadora del oportunismo, que desde una posición ecléctica, sin principios, llamó a respaldar la demanda de la policía. En cambio otros grupos incluso llamaban a defender la “democracia”, sin una postura clara y concreta, sino dejándose guiar por la lucha espontánea.

2. No puede existir una posición tan inconsecuente como la de aquellos que defendían este gobierno como patriótico, progresista y antiimperialista, y el día de la revuelta apoyaban a la policía. Eso demuestra la ambigüedad de su práctica política.

3. Quienes salieron a defender la “democracia” fueron generalmente ciudadanos afines al gobierno, los forajidos, y burócratas o gente relacionada laboralmente con la estructura estatal que defendían sus puestos de trabajo. Lo ocurrido ese día permitió evidenciar la limitada base social con la que cuenta este gobierno. Nunca hubo una posición clasista y revolucionaria. Los trabajadores, campesinos y estudiantes en su mayoría no participaron de los hechos porque comprendieron que ninguno de los dos sectores representan los intereses populares.

4. La bancarrota del reformismo y del revisionismo fue demostrada en su actitud pusilánime, proburguesa y conservadora del orden Estatal. El PCMLE, el MPD y Pachakutic llamaron a defender a la policía represora y asesina; mientras los revisionistas del PCE defendían la democracia capitalista.

5. A estos grupos oportunistas no les interesa llevar al pueblo a una confrontación callejera, donde es utilizado como carne de cañón. La posición correcta

1. No tomar posición por ninguno de los dos bandos en confrontación. No debemos presionarnos por elegir entre dos opciones, si ninguna nos representa. Es lo mismo que con las elecciones en donde el pueblo no tiene por qué escoger por el mal menor, o por cuál o tal grupo burgués. Debe comprenderse que no toda lucha sirve al pueblo. El pueblo debe dejar de ser carne de cañón de los sectores burgueses y reformistas, debe levantar su propia organización y lucha. Debemos diferenciar entre las verdaderas luchas populares que defienden los intereses de las clases explotadas y las luchas levantadas y originadas por grupos o sectores contrarios a los intereses populares que terminan desuniendo, desmovilizando y afectando el nivel de conciencia de las masas. La disputa del 30 de septiembre de fondo refleja una pugna interburguesa por el control del Estado.

2. Para analizar este problema es necesario entender el problema del Estado. El Estado es un instrumento de dominación de clase, es el factor político que sirve para que la clase económicamente dominante consolide su poder. La burguesía no es una clase homogénea, sino que existen distintas fracciones y capas que se disputan el control del Estado para maximizar sus beneficios dentro de su clase. Los comunistas, que tenemos una comprensión marxista leninista de la realidad, luchamos por la destrucción del Estado burgués, no por defender una u otra forma de gobierno que éste adopte. No podíamos salir a defender a un gobierno como el de Correa que protege los intereses de la burguesía y el Imperialismo; como tampoco podíamos salir a defender a la policía que es parte de la estructura represiva del Estado. Los comunistas luchamos día a día para que las masas populares comprendan el carácter de clase del Estado. Defender una de las dos posiciones es claudicar ante ello y sembrar más confusión.

3. No podemos salir a defender la “democracia” porque toda democracia es una dictadura de clase. En el capitalismo la burguesía aplica la democracia dentro de su clase, ejemplo de ello son las elecciones, donde se reparten o compiten por la dirección del Estado varios grupos monopólicos. Pero la burguesía no aplica en el pueblo la democracia sino la dictadura, es decir garantiza la explotación y la opresión a través de las leyes y las fuerzas represivas. Es inconcebible que los comunistas llamen a defender la democracia burguesa.

4. La policía es una institución represiva, diseñada para resguardar el orden establecido. Es una institución conservadora y violenta. Si bien cumple una "función social luchando contra la delincuencia", su prioridad es precautelar el dominio burgués, luchar contra la subversión, contra las huelgas, contra los reclamos de los sectores populares cuando rebasan el marco legal de la democracia capitalista. Es indudable que está compuesta mayoritariamente por gente del pueblo, pero ello no quiere decir que defienda nuestros intereses. Los individuos que pertenecen a dicha institución han sido deformados durante años, han sido entrenados para reprimir al mismo pueblo. Debemos comprender la diferencia entre origen de clase y posición de clase, si bien la gran mayoría de la policía pertenece al pueblo, el papel político que esta desempeña obedece a los intereses de la burguesía. No podemos defender a la policía que una vez que pase su conflicto va a seguir cumpliendo su papel represivo contra los trabajadores, campesinos y estudiantes.

Conclusiones

1. De fondo lo que existió fue una protesta reivindicativa de la policía en contra de la Ley de Servicio Público. Dicho conflicto fue utilizado por grupos políticos para generar un ambiente de desestabilización, más no un golpe de Estado. Quien aprovechó ello fue el gobierno difundiendo la farsa de que se estaba gestando un golpe de Estado. Todo esto para salir fortalecido.

2. El desgaste del gobierno por la dificultad para aprobar las leyes, fue oxigenado con este conflicto. El gobierno salió reforzado con una apariencia “democrática y patriótica”.

3. La revuelta del 30 de septiembre va a permitir al gobierno ejercer un control más férreo y arbitrario sobre las organizaciones populares y los grupos revolucionarios en general. Ante cualquier intento serio de confrontación contra el gobierno y bajo la excusa de precautelar el “orden y la democracia”, no dudará en atacar con la misma policía (si amerita el caso con los militares), al pueblo que dice defender.

4. Nuestro deber es desenmascarar la democracia burguesa y el carácter de clase del Estado. El pueblo no podía tomar posición por ninguna de las partes en disputa porque representan a los explotadores. Jamás lucharemos por la democracia capitalista que es una forma de domino más de la burguesía. Debemos luchar por la destrucción del Estado burgués, luchar para que las masas destruyamos ese Estado parásito y explotador.

¡El pueblo no puede ser utilizado como carne de cañón por las fracciones burguesas y las instituciones represivas del Estado!

¡A desenmascarar el carácter de clase del Estado burgués y la democracia capitalista!

¡A desenmascarar la postura ecléctica y vacilante del oportunismo!

¡Por el desarrollo de una verdadera lucha revolucionaria en el Ecuador!


VIENTOS DEL PUEBLO

¡SOPLAN VIENTOS DEL PUEBLO PARA LA ORGANIZACIÒN POPULAR!